Por Pascual Alvarado Maldonado
*El 4 de octubre no se olvida
Paso a una disertación mucho muy personal para felicitar al mayor de mis hijos,
JESUS FRANCISCO ALVARADO FERNÁNDEZ (QEPD)
Queremos desearte en nombre de tus padres y hermanos Norma Cristina, Alejandra y Carlos Adrián que pases un feliz día de San Francisco y que el día de tu onomástica este año sea inolvidable al lado del Señor Padre.
Un día como hoy, pero de 1977, llenó de alegría el hogar de este su más humilde aprendiz de columnista y político.
Si, Hace 40 Años…
Conocí la dicha de ser por Segunda Vez Papá.
Tengo muy presente.
Que como a las 14:30 horas, exactamente la misma hora en que empiezo estas líneas,
de aquel 17 de junio de 1977, mi mujer se ‘adelantó’ y hubo de ser internada en la clínica del IMSS, la que se ubica por la Calzada J. Agustín Castro y a la mañana siguiente, entre las 7 y 8 horas, nació mi primer bebé.
Por la mañana, la enfermera me pidió los datos, me veía de arriba abajo como diciendo ¿Y este de dónde salió?
¿Usted? ¿Usted es el papá?
SÍ ¿Por qué? No le gustó, le increpé. –No señor por nada-…
Total.
Me fui a la casa materna “En el Barrio Azul” a dar la buena nueva, el bello y robusto bebé al que bautizamos con el nombre de Jesús Francisco había nacido y ahí voy de regreso a la clínica.
Coincidentemente.
Estaba la misma enfermera y pregunta por el papá –Mi hijo por haber nacido colorado tipo “Chapeteado, Camarón de Sinaloa”- Rápidamente me levanté –dígame señorita-…
Perdón señor…
Pregunte por el esposo. –Soy yo-, casi grité, dígame que se ofrece. Total, querían sacar al niño para llevarlo a un lugar donde hubiera incubadora, yo me opuse y pedí que llevaran una en la que Francisco permaneció menos de 24 horas y véanlo ahora, convertido en todo un Hombrón, un Hombre montaña, como diría mi padre Don Jesús Alvarado Espinoza.
Recordar aquel pasaje.
Me llena de nostalgia, pero sobre todo de una gran alegría porque veo a mis tres hijos Cristy, Ale y Carlos Adrián convertidos ya en adultos.
El primero Jesús Francisco que hoy es su onomástico tendría 40 años, me convirtió en Abuelo. ¿Qué más puedo pedir?
Gracias Dios mío.
Hoy nos vamos sin preguntilla.
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