Tijuana, B.C.
Migrantes venezolanos protagonizaron una protesta que se salió de control en el interior del Instituto Nacional de Migración. Unos 200 migrantes exigían no ser deportados y ser tratados con humanidad.
El drama de los migrantes de Venezuela no termina y en Tijuana esta noche-madrugada vivieron otro capítulo más. Esta vez, sus gritos de libertad salieron de las instalaciones del INM para ser escuchados por los residentes del Fraccionamiento Esmeralda.
Ahí, ante lo incontrolable de la situación el INM solicitó la presencia de las corporaciones policiales para atender la revuelta.
En el punto cerraron las calles en tanto se dialogó con un migrante, nombrado como representante de sus demandas, entre ellas alimentación y atención médica a los más débiles o enfermos.
Cruz Roja y Bomberos de Tijuana atendieron y revisaron a los que dijeron sentirse mal, médicamente.
Hasta el momento Carlos Marín, delegado del INM no ha emitido informe alguno.
Después de la atención de los enfermos los ánimos se calmaron en espera de mejores tratos para los sudamericanos.
Venezolanos están varados en Tijuana ante la falta de atención y celeridad de su situación migratoria en los Estados Unidos, país al que quieren llegar como punto de destino.
