*La sobreviviente de cáncer visitó Charlas y enfatizó, “sin amor no somos nada”
Durango, Dgo.
Durango, Dgo.
Gilda Rosales Cáceres, sobreviviente de cáncer visitó Charlas de España TV, que conduce el periodista Miguel Ángel Vargas Quiñones.
Gilda relató que el 29 de abril de 2020 fue diagnosticada con cáncer de mama, situación que logró superar gracias al amor propio, el amor de Dios y el amor de su familia, “sin amor no somos nada”.
Relató su historia de vida:
“En momentos de tribulación necesito estar sola, nunca creí que eso me fuera pasar a mí, porque llevó una vida sana.
Sin embargo, el cáncer no respeta, el día que fui diagnosticada fui a la iglesia, me hinque y le di gracias a Dios por el diagnóstico porque hasta ese momento estaba en negación y de ahí inicie el tratamiento.
El atletismo, natación y yoga que práctico han fortalecido mi mente y eso me permitió dar la lucha.
Antes de la cirugía le hice una carta a mi mama dándole las gracias, lloré como nunca y al siguiente día desperté tranquila.
Desde el primer momento mi pareja me dijo que había que afrontar la situación, brindándome todo el apoyo.
A mis papás e hijas les comuniqué lo sucedido por WattsApp, pues no quería hablar, les pedí no cambiar su estilo de vida.
Me hicieron la mastectomía una semana después del diagnóstico y a los 15 días ya tenía una buena recuperación y comencé a hacer yoga.
Las quimioterapias son muy difíciles y el 2 de junio recibo la primera, cada una provoca reacciones diferentes, diarreas, dolores musculares, entre otras cosas.
Afortunadamente caí en el Centro de Cancerología, donde se brinda atención integral, desde la persona que te recibe ya sabe cómo tratarte.
Se me cayó el pelo a los 15 días, lo que también fue muy duro, pues además hay discriminación, los químicos cambian tu situación síquica, lo que hace todo más complicado.
Es duro, hubo días que no estuve bien.
Juan Carrete (esposo), estuvo todo el tiempo no todo mundo se avienta este tiro, me esperaba afuera hasta acabar la quimioterapia.
Fui con un nutriólogo, cada tres semanas me cambiaban la alimentación, mi hija me preparaba mis alimentos y todos los miembros de la familia me daban ánimo para seguir.
El dolor ahí está, y el temor de que el cáncer regrese y la quimioterapia es la única forma que curarse. Bendito veneno”, dijo.
Sin embargo, reiteró es muy difícil pasar por ellas y en la cuarta quimioterapia no quería ir, es cuando entra el amor de la familia.
“Bendito Dios que tengo nietos, porque anímicamente ayudaron no solo a mí, sino a mi esposo a sobre llevar toda la situación. Sigo haciendo ejercicio y mi terapia siquiátrica para mantenerme equilibrada. Llegue al CECAN muy optimista, muchas esperanzas y fe en Dios, sin embargo, los momentos más difíciles que afronte, fue al conocer el diagnóstico, cuando me dijeron que me iban a quitar el seno, las quimioterapias y ver a los niños que están sufriendo la enfermedad, conocerlos me sacudió y lo necesitaba, porque ellos no se lamentan a pesar de la incierto de su futuro”, señaló.
Recomendó a hombres y mujeres autoexplorarse, pues no solo hay cáncer de mama, pero el cáncer es curable si se detecta a tiempo. El cáncer, advirtió nos puede dar a todos.
Finalmente dijo que está en proceso de reconstrucción y espera que en unos meses se complete esta etapa, lo que mejorará su calidad de vida.
