Miguel Angel Vargas Q.
*** Delito es el acto u omisión que sancionan las leyes penales
** Por lo menos deben ser enjuiciados y hasta encarcelados
** No me queda la menor duda que el ex mandatario duranguense, José Rosas Aispuro Torres y algunos de sus colaboradores más cercanos deben ser investigados, enjuiciados y condenados a pasar varios años en prisión y a inhabilitarlos para ocupar cualquier cargo en la función pública de todos los niveles.
El daño que están causando no solamente es al erario estatal y de los 39 municipios, sino a de docenas de empresas de todos los tamaños y a cientos de familias que forman miles de duranguenses.
¿Y por qué Aispuro? Él podrá asegurar que actuó con honradez, honestidad y que solo tiene un modesto tsuru, pero, DEJÓ que otros y otras hicieron lo que quisieran con el dinero del pueblo, el que estaba o iba a estar en las arcas gubernamentales y lo destinaron a comprarse bienes muebles e inmuebles.
A raíz del corrupto manejo de los dineros del pueblo que se hizo durante la administración encabezada por Aispuro Torres, docenas de empresas se encuentras en quiebra o a punto de llegar a esa situación. Y derivado de esto, no somos pocos los que hemos caido en alguna enfermedad provocada por el estrés.
Sé de algunos casos de hospitalizaciones por infarto o amenaza de éste lo que se puede equiparar a lo que se señala en contra de propietarios y administradores de los hospitales privados donde un importante número de personas fueron infectadas por un hongo que les provocó meningitis y de las que 37 lamentablemente fallecieron.
Aún no dimensionamos los daños colaterales que la corrupción de la anterior administración estatal ha dejado a lo largo y ancho del territorio estatal. Empresas quebradas o embargadas por instituciones como el IMSS, INFONAVIT, SAT, incluso por bancos y a eso agregue Usted que trabajadores, empleados, gerentes y propietarios se enfermaron por no tener que llevar de comer a sus casas o pagar las nóminas de sus colaboradores.
El quebranto de salud y de dinero causado por la corrupción de la administración anterior debe ser castigado con la firmeza que obliga el daño causado a la economía y a la salud de miles de duraguenses.
Porque, no es posible que se hable de la posibilidad de que el ex gobernador ocupe otro cargo público por el supuesto “arreglo” que pudiera tener con Marko Cortés, dirigente nacional del PAN quien al igual que otros panistas locales le siugue dando juego a quien fuera si “jefe estatal”.
Sería muy recomendable que la Fiscalía Anticorrupción acelerara las investigaciones en torno a las acciones y OMISIONES cometidas por Aispuro Torres y sus cercanos colaboradores, algunos de los que, cínica y conchudamente se exhiben por estas calles duranguenses.
Pero más importante es que se les obligue judicialmente que regresen lo robado y no por Aispuro Torres, sino por algunos colaboradores y cercanos a él.
