Reunió una importante cantidad de ciclistas locales
Por Ángel Castillo
Durango, Dgo.
El Desafío 107 K se convirtió en un evento de gran importancia y solidaridad este domingo 2 de julio, al reunir a un grupo de valientes ciclistas con el objetivo de recaudar fondos para la construcción de un albergue destinado a los familiares de los pacientes hospitalizados en el Hospital 450 de Durango.
TEMPRANO
Desde temprana hora, los organizadores del evento, junto con representantes de diferentes clubes de ciclismo de la ciudad, como Cebos, Cuervos, Espartanos, Dorados y Pedal Bike, se unieron para dar a conocer la noble causa que se encontraba detrás de esta rodada y para demostrar su apoyo incondicional.
LA SALIDA
El punto de partida fue la avenida 20 de Noviembre, donde a las 6:30 horas los ciclistas se reunieron con entusiasmo y determinación. Desde allí, emprendieron su recorrido hacia La Coyotada, ubicada en San Juan del Río, en un trayecto de 107 kilómetros llenos de desafíos y superación personal.
SEGUROS
Durante todo el camino, los participantes contaron con puestos de abastecimiento e hidratación estratégicamente ubicados para garantizar su bienestar y seguridad. Además, se contó con la colaboración de Protección Civil y ambulancias para brindar apoyo en caso de ser necesario.
GENEROSIDAD
El Desafío 107 K no solo representó un reto físico para los ciclistas, sino también una oportunidad para mostrar su solidaridad y compromiso con la comunidad. Cada pedalada se convirtió en un acto de generosidad, ya que los fondos recaudados serán destinados a la construcción de un albergue que brindará comodidad y apoyo a los familiares de los pacientes del Hospital 450.
TODOS UNIDOS
Este evento no hubiera sido posible sin la colaboración y participación activa de los clubes de ciclismo locales, así como de los patrocinadores y voluntarios que se unieron a esta noble causa. Su esfuerzo y dedicación hicieron posible que el Desafío 107 K fuera todo un éxito y que se lograra avanzar hacia la meta de contar con un albergue para aquellos que más lo necesitan.
SOLIDARIDAD
En resumen, el Desafío 107 K se destacó como una jornada de solidaridad, compañerismo y superación personal. Los ciclistas demostraron una vez más su espíritu de sacrificio y determinación, al pedalear kilómetro tras kilómetro con un propósito más allá de la competencia deportiva. El camino hacia La Coyotada se convirtió en un símbolo de esperanza y apoyo para los familiares de los hospitalizados, quienes encontrarán en el futuro albergue un lugar de resguardo y consuelo durante momentos difíciles.
DEJAN HUELLA
A medida que los ciclistas cruzaban la línea de meta en San Juan del Río, se sentían satisfechos y orgullosos de su participación en esta noble causa. El Desafío 107K dejó huella en el corazón de todos los involucrados, recordándoles que el deporte puede ser mucho más que una competencia, puede ser un medio para generar
