Por Martha Casas
Durango, Dgo.
En la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y concretamente en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, no existe lugar para actos porriles, recalcó el director de esta unidad académica Rafael Mier Cisneros, al señalar que el alumno que protagonizó el cierre de la avenida Fanny Anitúa y que ha tenido otras confrontaciones al interior de la institución, será llevado al Consejo Consultivo.
“Ya no son los tiempos cuando existían los porros universitarios hace 20 o 30 años, hoy se tienen alumnos con mayor madurez”, advirtió.
El director de la Facultad de Derecho se refirió al conflicto que se generó por un alumno, que obstruyó las vías de comunicación externas de la facultad de derecho, causando un caos vial a principios de la presente semana y que lo hizo con la intención de proponer alternativas en torno al estacionamiento de vehículos.
Dijo que esta es una problemática importante, sin embargo, esas no son las formas a través de las cuales se logran hacer gestiones, por el contrario, causó problemas no solo a la comunidad universitaria o a los docentes, sino que también a la comunidad en general.
Esto el problema había el que existe reconoció que es un asunto que tiene décadas y que se va recrudeciendo, sin embargo, hasta el momento no se tiene una alternativa real para aplicar. En el caso de lo que propone el alumno de estacionar vehículos alrededor del camellón no es viable y ya lo dijo la autoridad municipal, puesto que el ancho de las calles no lo permitiría.
El asunto está en estudio, deberán encontrarse alternativas, pero en conformidad a como se establece en las reglas, la Ley Orgánica de la Facultad y las autoridades.
En cuanto al alumno, manifestó que dentro de la institución existen normativas muy precisas donde se establece lo que se puede o no puede permitir en cuanto al comportamiento de los alumnos y en este caso, al no ser la primera vez que comete un desacato, este alumno deberá ser llevado el Consejo Consultivo y posteriormente a la Junta Directiva, donde se definirá su destino.
Cabe mencionar que el alumno en cuestión tiene alrededor de 40 años y está en la segunda mitad de su carrera, sin embargo, eso no lo exime de ser sujeto a las reglas establecidas por la institución.
Mier Cisneros consideró que los actos cometidos por este alumno son porriles y desafortunadamente opacan las actividades académicas y serias de la universidad y de la facultad, “y ya no estamos en los tiempos porriles de hace 20 o 30 años, como facultad, como alumnos, se ha alcanzado una madurez en la que ya no caben este tipo de actos”.
