Panteón municipal, más de 160 años de abrir sus puertas a vivos y muertos 

Enrique Saenz
Enrique Saenz 06/10/2023
Updated 2023/10/06 at 10:20 PM

Conocido también como el de Oriente…

-El primer “huésped” en llegar fue Ruperto Aragón, enterrado en este lugar justo a la orilla del panteón y quien falleciera el 24 de abril de 1861

Texto y fotos: Geraldo Rosales

Durango, Dgo.

Hablar del panteón municipal, hoy panteón de Oriente es remontarnos hasta 1860, año en que abrió sus puertas con una extensión de 28 hectáreas, las primeras 14 fueron donadas por el hacendado Juan Nepomuceno Flores y al cual en correspondencia le fueron obsequiadas 16 letras del lote No.110 a título gratuito, las otras 14 hectáreas fueron adquiridas por el Ayuntamiento en 1925.

Historiadores como Javier Guerrero y Benjamín Torres Vargas aseguran que  la tradición de sepultar  a los difuntos en panteones como tal, surge a fines del siglo XVIII en Durango a iniciativa del propio Obispado, ya que  antes  esto se hacía en los atrios y en el interior de los templos, esa era la tradición que la población tenía planteándose la idea de construir  un la oriente de la ciudad  entonces se da la posibilidad de establecer un panteón  al oriente de la ciudad.

-Primeros panteones  en Durango 

Fue  a las afueras del  templo de Santa Ana, donde se  crea el primer panteón religioso propiamente dicho el cual  se dividió  en dos panteones, el de San Mateo y el de Nuestra Señora del Carmen, dicho de otro  modo  el panteón de pobres y el panteón de ricos, el de los pobres, se ubicaba exactamente al norte de Santa Ana, entre la privada de Gabino Barreda y hasta antes de llegar a Gómez Palacio, en esa manzana; y el de Nuestra Señora del Carmen, se encontraba en frente de la calle de Bruno Martínez ahora es un taller de mofles, antes de llegar a la esquina de Gómez Palacio.

Estos dos camposantos funcionaron prácticamente desde fines del siglo XVIII y hasta mediados del XIX, cuando las leyes de reforma establecen y quitan a la Iglesia la facultad de controlar el enterramiento de cadáveres, y pasa a ser una disposición civil.

-Primer sepultado y título del panteón

El primer “huésped” en llegar al panteón municipal fue Ruperto Aragón, enterrado en este lugar justo a la orilla del panteón y quien falleciera el 24 de abril de 1861, fecha más antigua registrada en cementerio y que aún se conserva su lápida, olvidada, pero firme aun con el pasar del tiempo.

De la misma forma el primer título de propiedad que se tiene registrado en este lugar   corresponde a la familia de Dolores Grimaldo, un comerciante rico de origen italiano, que vivió en Durango y que compró un lote familiar para 12 personas, su arquitectura es neoclásica y asemeja un Partenón griego, en la ornamentación presenta flores, fue en 1873 que se construyó la capilla, mejor conocida como El Descanso o Reposo, la cual tuvo un costo de mil 280 pesos.

-Tumba más visitada

De igual forma la tumba más visitada es del 9 de octubre de 1918, perteneciente a Refugio Sáenz, mejor conocida como “La Cuca Mía” y de la cual se dice que cuando muere, se sepultaron más de 800 personas en un mes, debido a la influenza española, por ello a un costado de la capilla se encontraron varios cadáveres, pues existía allí una fosa común.

-Extranjeros el panteón municipal

El panteón de Oriente cuenta con al menos 800 extranjeros, entre ingleses, franceses, italianos, norteamericanos, un israelita, árabes y chinos, ingleses y norteamericanos se encuentran en el espacio denominado en el Panteón Inglés a mano derecha de la entrada principal.

Las personas de procedencia china están esparcidas entre las demás tumbas, en cualquier sitio del panteón y las cuales se pueden reconocer por la forma de sus tumbas y por su escritura, se dicen que estos orientales vinieron a Durango con fines comerciales y fueron sepultados en este camposanto en el área que se conoce como “Panteón viejo”, en donde descansan José Wong y Rafael Loyung, cuyas tumbas no son visitadas, de los cuales incluso se sabe que les sobrevive descendencia.

 –Rotonda de los Hombres Ilustres

El origen de la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango se remonta al gobierno de José Ramírez Gamero y forma parte de la comisión que desde 1988 se ha dedicado a dictaminar y evaluar las propuestas ciudadanas, institucionales y gubernamentales sobre los posibles ocupantes del lugar, esta comisión se reúne para evaluar la importancia y trayectoria de los personajes propuestos, y una vez que se aprueba que merece un lugar en la Rotonda, se habla con su familia para que autorice la re-inhumación.

Se inició su construcción con un proyecto moderno atractivo y digno de la talla de los personajes que recibiría en su interior con dos grandes columnas de concreto que recuerdan un obelisco elevándose para alcanzar las alturas donde sostienen un prisma triangular invertido y bajo él la enorme y bella lámpara fue en febrero de 1989  cuando quedó debidamente concluida y de inmediato el entonces  Gobernador del Estado  José Ramírez Gamero giró las instrucciones necesarias para que se iniciara la selección de los personajes que a partir de entonces reposarían en este lugar para honra de su memoria.

El 7 de julio de 1989 se sepultó en la cripta de la Rotonda a la primera mujer merecedora de este trascendente reconocimiento, se trató de la gran cantante  Fanny Anitúa siendo sus restos trasladados desde el Panteón de Dolores en la Ciudad de México, ese mismo año en octubre el jurado calificador de la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres recibió la solicitud para que los restos de la cantante Mercedes Mendoza por su amplia tesitura y su reconocida trayectoria artística, fueran re inhumados en este templo cívico, solicitud que fue aprobada.

En esta rotonda también descansan los restos de hombres ilustres de Durango, que participaron en la Revolución Mexicana los cuales en el 2010 fueron exhumados y llevados a este recinto, ellos fueron Elpidio G. Velázquez, Domingo Arrieta, Jesús Agustín Castro, Tomás Urbina, Orestes Pereyra, Silvestre Dorador, Jesús Arias Sánchez y Calixto Contreras.

Otros de los personajes importantes que descansan en la rotonda del panteón de Oriente  José María Patoni, Francisco Gómez Palacio, Juan Hernández y Marín, Antonio Gaxiola, Felipe Pescador, Domingo Arrieta, Francisco González de la Vega y Alberto M. Alvarado, Miguel Ángel Gallardo el compositor del corrido de Durango y la maestra Juana Villalobos  además  de los restos de la periodista revolucionaria Juana Belén Gutiérrez, Atanasio G. Saravia, uno de los más importantes investigadores de nuestro pasado.

También descansan en este recinto al igual que los restos del doctor Isauro Venzor, codescubridor del suero antialacránico, Xavier Gómez, autor del célebre libro Bojedades, los músicos y compositores Alberto A. González y Francisco Fournier Salas, el poeta y periodista Alberto Martínez Hernández, los educadores Bruno Martínez y Francisca Escárcega, los revolucionarios Jesús Agustín Castro, Tomás Urbina y Orestes Pereyra, el líder agrario José Guadalupe Rodríguez, los insurgentes Bernardo Conde e Ignacio Hidalgo, son otros de los nombres que también son honrados en la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres ubicada en el interior del Panteón de Oriente.

-Museo de Arte Funerario dedicado a Montoya

Benigno Montoya Muñoz, nació en la hacienda “El Troncozo” estado de Zacatecas, el 13 de febrero de 1865, sus padres fueron don Jesús Montoya de quien heredó la cantera y la escultura y de la señora Hesiquia Muñoz, su hija Teresa y el recién nacido Benigno, debido al trabajo que realizaba su padre, Benigno Montoya fue trasladado a la ciudad de Durango justo cuando tenía dos meses de nacido, ciudad donde creció y aprendió las enseñanza de la vida, razón por la cual siempre se sintió duranguense.

Para el año 1913 la entrada sangrienta de los revolucionarios provocaron incendios  y saqueos religiosos además de la aprensión del entonces arzobispo el  cual fue preso y puesto en libertad trasladándose por varios años al extranjero, esto provocó la decadencia de Montoya en cuanto a construcción de iglesias y altares, para poder surcar la difícil situación económica por lo que atravesaba, Montoya se refugió en las esculturas funerarias, dedicándoles mucho tiempo hasta consolidar su propio estilo el cual hasta la fecha permanece sobre todo en Ángeles y motivo que aún se conservaban en el panteón de oriente.

A iniciativa de Francisco Rugo Montoya, (nieto de  Benigno)  en el año 2002 se iniciaron trabajos para tratar de convertir  un singular espacio en un Museo de Arte Funerario, teniendo dos principales objetivos  el reconocimiento de la obra artística esculpida en las diferentes tumbas de la llamada sección antigua del panteón y la conservación en la memoria colectiva de los grandes personajes que descansan bajo el suelo de este cementerio, a este proyecto se sumó a Pilar Alanís de Chávez (+) quien estudio sobre la arquitectura funeraria.

De acuerdo al estudio de Pilar Alanís, el maestro Benigno Montoya realizó 64 obras funerarias en el panteón de Oriente, de las cuales la propia investigadora ha identificado 53, la mayoría de ellas en buen estado de conservación, que van desde las más modestas tumbas de tierra con una cruz de madera hasta imponentes capillas, pasando por catafalcos, cruces, columnas, obeliscos,  ángeles y esculturas de mármol y cantera que recrean figuras grecorromanas y de la iconografía cristiana.

Después de varios meses de trabajo se logró inaugurar el Museo Municipal de Arte Funerario Benigno Montoya en diciembre de 2002, con el propósito de ofrecer al visitante un espacio para conocer de manera atractiva y didáctica la riqueza histórica, artística y cultural, museo-panteón, el primero de su tipo en México.

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