Por Johan Unzueta – Zero
A medida que nos acercamos al fin de año, es importante reflexionar sobre nuestras tradiciones y su impacto en la seguridad y el bienestar de todos. En este sentido, las autoridades y expertos en salud han emitido un llamado a la precaución, solicitando a la comunidad que evite el uso de pirotecnia durante las celebraciones de Año Nuevo.
El uso de fuegos artificiales con lleva riesgos significativos para la salud, especialmente para aquellos que padecen problemas respiratorios, como el asma. Las partículas finas liberadas durante la combustión de la pirotecnia pueden agravar condiciones preexistentes y afectar la calidad del aire.
Además, los efectos nocivos se extienden al medio ambiente, contribuyendo a la contaminación del aire y generando residuos tóxicos. La pirotecnia tradicional a menudo contiene metales pesados y otras sustancias perjudiciales que pueden afectar negativamente a la flora y fauna.
Otro aspecto a considerar es el impacto que los fuegos artificiales tienen en los animales, especialmente en mascotas y fauna silvestre. El estruendo y las luces repentinas pueden causar ansiedad, estrés y, en algunos casos, lesiones físicas a los animales. Optar por celebraciones sin pirotecnia ayuda a proteger a nuestras mascotas y preservar la biodiversidad.
Además, como es ya una tradición despedir el año haciendo tiros al aire, esto, aunque no lo parezca representa un peligro para todas las familias pues miles de balas perdidas viajan en el aire y la probabilidad de que caiga una bala perdida personas que disfrutan de un momento familiar aumentan.
En lugar de recurrir a la pirotecnia, existen diversas alternativas para dar la bienvenida al Año Nuevo de manera segura y festiva. Organizar eventos comunitarios, disfrutar de espectáculos de luces profesionales o simplemente reunirse con amigos y familiares para compartir buenos momentos son opciones que promueven la diversión sin comprometer la seguridad y el bienestar.
Este llamado a evitar el uso de pirotecnia no solo proviene de las autoridades, sino que es un compromiso colectivo para fomentar celebraciones responsables y sostenibles. Cada individuo puede contribuir a crear un ambiente festivo sin poner en riesgo la salud, el medio ambiente y el bienestar de quienes nos rodean.
En este Año Nuevo, tomemos decisiones conscientes para construir un futuro más seguro y saludable. ¡Celebremos juntos de una manera que refleje nuestro compromiso con el cuidado de nuestra comunidad y nuestro entorno!