El Bajío de México ha sido el más afectado debido a la importante ausencia de lluvias.
Los últimos años la falta de precipitaciones pluviales ha sido un tema de relevancia para toda la república mexicana, debido a que es de gran importancia para los agricultores y ganaderos. La falta de lluvias ha generado un impacto negativo como no se veía desde hace ya bastantes años.
Esto ha ocasionado que la zona más afectada del territorio mexicano sea el Bajío del País, área conformada por los estados de Guanajuato, Zacatecas, Jalisco y Tamaulipas. Uno de los más importantes del territorio debido a su relevancia en materia industrial y alimentaria, ha sido uno de los desecamientos más importantes hasta la fecha, un evento comparable al de la sequía de 2011.
La presa de Ignacio Allende ubicada en Guanajuato, es un ejemplo de la crisis climática que atraviesa la región, según registros de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), han dado a conocer que desde 1989, no había llovido tan poco.
Esto ha ocasionado que represas significativas de la región pertenecientes al Bajío, se encuentren al 48 por ciento de su capacidad, sin embargo, l apresa de San Allende, es la que presenta uno de los peores estados debido a que en el mes de noviembre de 2023, esta se encontraba al 14 por ciento de su capacidad.
Un porcentaje representativo de tan solo 25 millones de metros cúbicos que tendrán que suministrarse de la mejor manera debido a las políticas de embalse. Sin lugar a dudas una situación crítica para los agricultores de la Presa de Allende, quienes se encuentran esperanzados a que la temporada de lluvias de 2024 llegué en abundancia.
El pasado 15 de noviembre, se llevó a cabo una reunión para la distribución de volúmenes de la cuenca Lerma-Chapala, para determinar la cantidad de agua que recibiría cada distrito de riego de las zonas agrícolas que van desde los Estados de Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Querétaro.
Por otra parte, gracias a la escasez de agua generalizada la repartición del líquido tuvo que ser reducida a consecuencia de que el lago de Chapala, el más grande del país, pero, este ha alcanzado el pasado 1 de noviembre la cantidad de 3 mil 958 millones de metros cúbicos, esto representa el 50 por ciento de su capacidad y apenas solo dos centímetros de alza en su nivel de temporal. Alarmante.
El decreto sobre distribución menciona que si el Lago de Chapala, se encuentra por debajo de seis mil millones de metros cúbicos y por encima de 3 mil 200 millones, esta asignación debe ser “media”, y tan solo este año a los agricultores se les ha concedido alrededor de 900 millones de m3 de agua para el riego.
Una situación crítica porque la región del Bajío y los Altos de Jalisco, entre México y Querétaro al oriente, Jalisco y Aguascalientes al oeste, aporta casi en su totalidad un 30 por ciento de la producción agrícola y cerca del 40 por ciento en la producción ganadera de todo el país, según datos recaudados del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural federal.
Esta zona ha sido durante cinco siglos uno de los mayores abastecimientos de México, ya que les ha proveído alimento a los hogares mexicanos como leche, carne y huevos (Productos de la canasta básica), pero, el impacto del cambio climático ha perjudicado gravemente a la industria agrícola y ganadera.
La fauna ya se experimenta las graves afectaciones ante estas precarias condiciones. Incluso en los Altos de Jalisco, las llanuras áridas han sido el lugar en donde becerros han decidido caer a esperar su muerte, para luego descomponerse bajo los fuertes rayos del sol. El ganado bovino debido a la falta de agua en estas regiones sufre de una desnutrición extrema de la que en ocasiones ya no puede remediarse.
