por Angel Castillo
Durango, Dgo.
Este fin de semana, las carreteras se llenaron de determinación y pasión con la celebración de la carrera ciclista Ruta 8M, un evento histórico que rompió esquemas al contar exclusivamente con la participación de mujeres ciclistas. Más que una competencia, fue una manifestación de fuerza, solidaridad y valentía.
La respuesta fue abrumadora, con más de 215 ciclistas inscritas, pero la energía vibrante y la camaradería que se vivieron durante la carrera demostraron que el número de participantes fue mucho mayor. La Ruta 8M se destacó no solo por la cantidad, sino por la calidad de su organización, el talento de las participantes y el espíritu de unión que impregnó cada pedalazo.
Desde diferentes rincones, incluso con representación de ciclistas de Mazatlán, Sinaloa, las mujeres se unieron para hacer de esta carrera un verdadero hito en el calendario ciclista. Fue más que una competencia; fue una celebración de la pasión compartida por el ciclismo y el deseo de promover la equidad en este deporte.
El pasado fin de semana, la carrera ciclista Ruta 8M se convirtió en un hito histórico para el ciclismo femenino al ofrecer un evento exclusivo para mujeres. Más de 215 ciclistas se unieron a esta experiencia única, destacando por su organización y convocatoria, incluso atrayendo participantes de Mazatlán, Sinaloa.En la emocionante competición, cada categoría tuvo su propio grupo de destacadas ciclistas:En la categoría de 19 a 29 años, Patricia Martínez lideró, seguida por Areli Castillo y Brisa Martínez, mostrando un talento emergente en las jóvenes ciclistas.
La categoría de 30 a 39 años fue dominada por Daniela Rivera, acompañada en el podio por Ana Laura Martínez y Madian Ramírez, resaltando la diversidad de participantes.
Las mujeres en la categoría de 40 a 49 años exhibieron su habilidad con Karla Salazar, Ana Alvarado y Mayra Ortega en los primeros lugares. La competitividad no se detuvo, ya que Rosa Domínguez, Claudia Hernández y Blanca Ballesteros brillaron en la categoría de 50 a 59 años, demostrando que la pasión por el ciclismo no tiene límites de edad.
La categoría de 60 y más vio a Elisa Medina, Ana Silvia Medina y Olga Ávalos en el podio, resaltando la inspiradora participación de mujeres de todas las edades. Las jóvenes ciclistas también dejaron su huella, con Sofía Barbier, Julia Lerma y Elisa Acosta en la categoría Juvenil, consolidando el futuro prometedor del ciclismo femenino.
La élite de la competición fue encabezada por Michelle Gallegos, Marijose Gallegos, Idali Ramírez, Georgina Chávez y Daniela García, demostrando un nivel excepcional de habilidad y determinación.
En resumen, la carrera Ruta 8M fue mucho más que una competición; fue una celebración de la diversidad, la inclusión y el empoderamiento de las mujeres a través del ciclismo. Cada categoría representó una parte esencial de esta experiencia única que quedará grabada en la memoria de todas las participantes.
Cada una de estas mujeres, independientemente de su categoría, demostró que el ciclismo no tiene género y que la pasión y la determinación no conocen límites.
La Ruta 8M no solo fue una competencia ciclista; fue un paso firme hacia la igualdad en el deporte y un recordatorio de que, juntas, las mujeres pueden alcanzar cualquier meta. Pedaleando con fuerza y emoción, estas ciclistas han dejado huella en la historia del ciclismo y han inspirado a muchas más a seguir sus pasos. ¡Que la Ruta 8M siga siendo un faro de empoderamiento y valentía en el mundo del ciclismo! ✨
