Por Gonzalo Martínez
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se enfrenta a una encrucijada política tras sufrir pérdidas significativas en las elecciones del 2 de junio, viendo reducido su número de votos y escaños en el Congreso.
Alejandro “Alito” Moreno, dirigente nacional del PRI, anunció una «reinvención» del partido para enfrentar los nuevos retos políticos.
Pérdida de poder territorial
Cuando Alejandro Moreno asumió la dirigencia del PRI en 2019, el partido gobernaba, solo o en alianza, en 12 estados. Sin embargo, en la actualidad, el PRI solo mantiene el control en dos estados: Coahuila y Durango. Esta pérdida de poder territorial es significativa y refleja el desafío que enfrenta el partido.
En 2021, el PRI perdió siete gobiernos estatales ante Morena y otras fuerzas políticas. En los años posteriores, las derrotas continuaron, perdiendo estados como Hidalgo, Oaxaca y el emblemático Estado de México, uno de sus bastiones históricos.
Reinvención y renovación
Ante estos resultados negativos, “Alito” Moreno anunció una reinvención y renovación del PRI, así como una revisión de sus alianzas en el Congreso. Aunque afirmó que no renunciará a la presidencia del partido, reconoció la necesidad de cambios profundos.
El viernes 7 de junio, Moreno tomó protesta a la Comisión Nacional Organizadora de la Asamblea, encargada de organizar la XXIV Asamblea Nacional Ordinaria que iniciará el 7 de julio. Esta asamblea será un espacio de reflexión y debate para todas las estructuras del partido.
“Vamos a un proceso de reflexión y debate que recorrerá todo el priismo nacional y que, necesariamente, tocará a todos los sectores y estructuras del partido”, señaló Moreno.
Análisis y proyección
La reinvención del PRI busca enfrentar los nuevos desafíos políticos y recuperar la confianza de los votantes. La revisión de alianzas en el Congreso es parte de esta estrategia, buscando fortalecer su presencia y capacidad de influencia en el ámbito legislativo.
