Por Ángel Castillo
Durango, Dgo.
Se vivió un emotivo y significativo evento deportivo en las instalaciones de la empresa Madisa, donde se llevó a cabo la esperada carrera de 2.5 y 5 kilómetros. Este evento no solo destacó por el entusiasmo y la participación de los corredores, sino también por su enfoque social, ya que la inscripción consistió en la donación de un paquete escolar.
Desde temprano, las instalaciones de Madisa se llenaron de corredores y familias listas para disfrutar de una mañana diferente, llena de deporte, convivencia y solidaridad. El recorrido de 2.5 y 5 kilómetros fue diseñado alrededor de la planta de la empresa, y los participantes pudieron disfrutar de un ambiente lleno de entusiasmo mientras corrían por una causa que iba más allá del simple acto de correr: contribuir a la educación de los más necesitados.
La carrera no solo fue una oportunidad para los adultos, sino que también pensó en los más pequeños. Para ellos, se preparó un espacio especial con inflables gigantes, donde pudieron disfrutar y divertirse al máximo. Mientras los padres se concentraban en completar el recorrido, los niños encontraron en los juegos una forma de pasar un rato lleno de risas y actividad física.
Al finalizar la carrera, el ambiente estaba lleno de satisfacción y orgullo. No solo por el logro deportivo de haber completado los kilómetros establecidos, sino por la causa que unía a todos los presentes. Las donaciones de los paquetes escolares aseguraron que la mañana no solo fuera una competencia, sino una oportunidad para hacer una diferencia en las vidas de los niños que recibirán esos útiles, quienes podrán iniciar sus estudios con el material necesario.
Este tipo de eventos destacan no solo por los logros deportivos, sino por la conciencia social que despiertan entre los participantes y la comunidad en general. La carrera Madisa 2.5 y 5K es un ejemplo perfecto de cómo el deporte puede ser un vehículo para impulsar causas nobles, generando un impacto positivo tanto en quienes participan como en aquellos que reciben el beneficio de esta generosidad.
En resumen, la carrera Madisa no solo dejó el cansancio de una mañana de esfuerzo físico, sino también la satisfacción de saber que, gracias a esta iniciativa, muchos niños tendrán mejores oportunidades de aprendizaje en el próximo ciclo escolar. Sin duda, una jornada memorable donde la solidaridad y el deporte se dieron la mano para lograr un bien común.
