Por Angel Castillo
durango, Dgo.
La travesía ciclista de los Correcaminos, que inició en la oscuridad de la madrugada, se tornó en un desafío aún más intenso conforme avanzaba el día. Tras haber superado las primeras etapas del recorrido, la ruta parecía relativamente tranquila, pero todo cambió drásticamente después de dejar atrás el poblado de Las Adjuntas.
Aunque el cielo no mostraba señales alarmantes al principio, y los ciclistas avanzaban con buen ritmo bajo una ligera lluvia que inicialmente resultaba refrescante, el panorama cambió conforme se acercaban a la zona alta del recorrido. Lo que comenzó como una leve llovizna se convirtió rápidamente en una lluvia más constante y densa, aunque en ese momento no parecía representar un peligro significativo para los ciclistas.
Fue al alcanzar el poblado de Pericos, el punto más alto de la travesía según la altimetría, cuando la situación climática se volvió crítica. De un momento a otro, la lluvia ligera se transformó en un vendaval furioso, haciendo que las condiciones se tornaran extremadamente difíciles. La intensidad de la tormenta era tal que, por momentos, la visibilidad se redujo a menos de diez metros, lo que complicaba enormemente el avance de los ciclistas. A medida que el viento arreciaba, parecía que caía granizo sobre la carretera, golpeando con fuerza el asfalto y a los ciclistas.
A pesar de este escenario adverso, los Correcaminos demostraron su experiencia y fortaleza. A lo largo del recorrido, mantuvieron la concentración y el ánimo, sorteando con destreza las difíciles condiciones de la carretera y el mal tiempo. El vendaval no mermó su espíritu ni su determinación. Con gran esfuerzo y tenacidad, lograron superar cada desafío que el clima les presentó.
Finalmente, después de una jornada maratónica de intenso pedaleo, todos los integrantes del grupo lograron completar con éxito el primer día de su travesía. A pesar de que las inclemencias del tiempo hicieron que el recorrido fuera aún más exigente de lo esperado, los Correcaminos llegaron a su destino después de las cuatro de la tarde, habiendo conquistado el primer gran reto de su aventura ciclista. La jornada terminó con el grupo unificado y fortalecido, listo para enfrentar lo que el segundo día de travesía les depare.
