Con la finalidad de reconocer el trabajo de las mujeres en la vida diaria, economía, política y puestos directivos, se llevó a cabo estas conferencias.
Por: Areli Noriega.
El día de ayer, se llevó a cabo la conferencia “Participación Femenina en la Economía”, en la Facultad de Economía, Contaduría y Administración, impartida por Mitzi Quiñones, Lic. en Economía.
La finalidad de esta conferencia es visibilizar, reconocer y dar voz al trabajo de la mujer a lo largo de los años, la Mtra. en Finanzas, Rosa Martha Ortega Martínez, ex secretaria académica de la facultad y aspirante a dirección, es quien coordinó esta plática y dio la bienvenida a los estudiantes, quien mencionó que durante toda la historia de la FECA nunca ha habido una directora al mando.
“Es hora de que tengamos esta oportunidad, es hora de que mostremos nuestras capacidades desde este liderazgo inclusivo, desde este liderazgo amoroso”, expresó la mtra. Ortega.
Dentro de los términos que se explicaron en esta conferencia es la “economía feminista”, la cual no tiene una definición clara, sin embargo, se refiere al estudio de la economía con perspectiva de género. Promoviendo la idea de que las economías son algo más que las transacciones monetarias, por ejemplo, las actividades del hogar también es un trabajo que no es remunerado.
Además, Quiñones tocó el tema de los roles de género, explicando que hay oficios o profesiones que ‘cambian’ el título según el género, por ejemplo, “sastre o diseñador” y “costurera”. También platicó sobre patrones culturales patriarcales, los cuales afectan a ambos géneros, pues se espera que el hombre sea proveedor, protector, figura masculina, sin embargo, las nuevas generaciones “ya tienen ese chip modificado”.
Finalmente, la conferencista Quiñones, informó que en el país de Afganistán, la ley talibana ha prohibido a las mujeres que el sonido de su voz sea escuchada en las calles, además, las mujeres afganas tienen prohibido ir al salón de belleza, no tienen derecho a la educación, han sido excluidas del mercado laboral, no pueden vestirse como quieran, salir de casa sin ser acompañadas por un hombre de la familia, practicar deporte, entre otras.


