Por Angel Castillo
Durango, dgo
Los Diablos Rojos de la UJED, representantes de México en el Futsal de los FISU América 2024, iniciaron su travesía en Cali, Colombia, con una intensa batalla contra el equipo de Brasil. Con un marcador que terminó once a cuatro a favor de los brasileños, el equipo mexicano mostró momentos de calidad, determinación y lucha en su primer encuentro del torneo.
Brasil arrancó el primer tiempo con fuerza y rápidamente tomó la delantera con dos goles que parecían marcar el ritmo del juego. Pero los Diablos no se quedaban atrás. Edwin Simental protagonizó una jugada espectacular que dio vida a la escuadra mexicana: desbordando por la banda derecha, recortó hacia el centro, y frente al guardameta, disparó directo al ángulo superior, encendiendo la esperanza tricolor.
La respuesta mexicana no se detuvo allí. Pablo Meza, con una falta a su favor cerca del área brasileña, ejecutó un potente disparo que igualó el marcador a dos, y todo indicaba que se llegaría al descanso con la paridad en el marcador. Sin embargo, un descuido en la defensa abrió la puerta para que Brasil se fuera al medio tiempo con una ligera ventaja de tres a dos.
En el segundo tiempo, la “tormenta verdeamarella” se desató sobre la cancha. Brasil mostró su poderío y sumó una racha de goles que llevó la cuenta hasta seis a dos. Pese a la creciente distancia en el marcador, México mantuvo el espíritu combativo, y Luis Manzanera logró un descuento que movió el marcador a seis por tres, aunque Brasil respondía casi de inmediato.
Cuando parecía que todo estaba dicho, Pablo Meza reapareció con una gran jugada que envió el balón al fondo de la red y dejó el marcador definitivo en once a cuatro. Fue una batalla compleja, pero el equipo mexicano demostró que tiene con qué competir.
Los Diablos Rojos ahora se enfrentan a un reto definitivo: el próximo jueves se medirán ante Perú en un partido crucial a las dos de la tarde. La escuadra mexicana buscará imponerse en este duelo decisivo para seguir soñando en los FISU América 2024 y demostrar que el fuego de los Diablos Rojos aún puede brillar intensamente en Cali.
