Su creador, Miguel Ángel Garza, junto a su familia, trabaja para que el turismo conozca y sea parte de la industria de Nombre de Dios, noble tierra que hoy en día pone a Durango en los ojos del mundo entero.
Texto y fotos por: Geraldo Rosales
A 45 minutos aproximadamente de la capital duranguense, por la carretera que conduce a México, se encuentra Nombre de Dios, municipio que fue nombrado como uno de los Pueblos Mágicos del país. Este lugar ofrece hermosos paisajes naturales, espacios para el disfrute de las familias, gorditas, museos, parques y, sobre todo, la tentación más inmediata: “Uraján de Luna”, la tentación de Nombre de Dios, un sitio que combina descanso, confort, spa y un toque fino de mezcal.
La experiencia de conocer Uraján de Luna debe vivirse personalmente. En este emblemático lugar, podrás encontrar diversidad de áreas donde tu estancia se convertirá en una experiencia única desde el momento en que cruzas su entrada.
Pocos lugares en el estado de Durango cuentan con un hotel en plena naturaleza, con spa, jacuzzi, además de una amplia gama de servicios terapéuticos, dos cabinas para masajes, gimnasio, estética, vestidores, jacuzzi de hidromasaje y, por si fuera poco, un temazcal.
“La Estancia”, lo mejor de la gastronomía del norte del país, ofrece especialidades en cortes y otros platillos en su restaurante. Además, un placentero recorrido por sus jardines permite disfrutar de cualquier tipo de ocasión, mientras se está en contacto con el agua que corre por un pequeño río dentro del lugar.
Cuero Viejo… “El elixir de los dioses”
Pero eso no es todo. Podrás enamorarte de su mezcal “Cuero Viejo”, “El elixir de los dioses”, resultado de la fermentación de los agaves que dan origen a esta bebida. Su fabricación se lleva a cabo en una vinata que guarda los secretos de quienes han sabido conjugar el pasado y el presente con los ojos puestos en un futuro prometedor, como su creador, Miguel Ángel Garza, empresario que, junto a su familia, trabaja para que el turismo conozca y sea parte de la industria de Nombre de Dios, noble tierra que hoy en día pone a Durango en los ojos del mundo entero.
