LO QUE NOS ESPERA: INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN 2025

Amaury Carrola
Amaury Carrola 11/02/2025
Updated 2025/02/11 at 12:39 PM

José Miguel Castro Carrillo

La inteligencia artificial (IA) está marcando un antes y un después en la historia de la tecnología, y 2025 traerá más sorpresas, tendencias y retos que definirán el futuro inmediato de la IA como el desafío de los llamados “médico centauro” o “profesor centauro”.

La IA se ha convertido en una herramienta fundamental para abordar grandes desafíos científicos en áreas como la salud, la astronomía y la exploración espacial, la neurociencia o el cambio climático, entre otras, se beneficiarán aún más de lo que ya lo están haciendo.

En el área de la salud, Alpha Fold, que mereció el Nobel en 2024, ha determinado la estructura tridimensional de 200 millones de proteínas, prácticamente todas las que se conocen. Su desarrollo representa un avance significativo en biología molecular y medicina, lo que facilita el diseño de nuevos fármacos y tratamientos.

ClimateNet utiliza redes neuronales artificiales para realizar análisis espaciales y temporales precisos de grandes volúmenes de datos climáticos, esencial para entender y mitigar el calentamiento global, lo que podrá predecir eventos climáticos extremos con mayor exactitud.

La justicia y el diagnóstico médico se consideran escenarios de alto riesgo. En ellos es más urgente que en ningún otro ámbito establecer sistemas para que el humano tenga siempre la última decisión.

Aquí entra en escena el reto del “doctor centauro”. Los centauros son modelos híbridos humano-algoritmo que combinan la analítica formal propia de las máquinas y la intuición humana. Así, un “centauro doctor + un sistema de IA” mejora las decisiones, aunque un médico será siempre quien dé al botón de aceptar, y un juez quien determine si la sentencia es justa.

Se espera que el próximo año, los agentes de IA realicen actuaciones personalizadas y precisas en tareas que no sean de alto riesgo, siempre ajustadas a las necesidades y preferencias del usuario, por ejemplo: comprarle un billete de autobús, actualizar el calendario, recomendarle una compra concreta y realizarla. También podrán contestar nuestro correo electrónico, tarea que nos lleva mucho tiempo al día.

En el comercio electrónico, los agentes de IA autónomos podrán hacer una compra para el usuario, darán asesoramiento en la toma de decisiones empresariales, gestionarán inventario de forma automática, trabajarán con proveedores de todo tipo, incluidos proveedores de logística, para optimizar el proceso de reabastecimiento, actualizarán los estados de envío hasta generar facturas, etc. En el sector de la educación, podrán personalizar planes de estudio para estudiantes, e identificarán áreas de mejora y sugerirán recursos de aprendizaje adecuados.

Sin duda, 2025 será el año de la expansión de modelos de lenguaje pequeños y abiertos (SLM), que en un futuro podrán estar instalados en un dispositivo móvil, permitirán controlar nuestro teléfono mediante voz de forma mucho más personal e inteligente que con asistentes como Siri y responderán al correo electrónico por nosotros.

Se trata de soluciones de código abierto que se pueden entrenar para escenarios de aplicación concretos, pueden ser más respetuosos con la privacidad de los usuarios y resultan perfectos para su uso en ordenadores de coste limitado y teléfonos móviles.

Entre sus importantes ventajas sociales, pueden facilitar el uso de modelos de lenguaje en educación en áreas desfavorecidas, o mejorar el acceso a diagnósticos y recomendaciones en zonas con recursos limitados, por lo que su desarrollo es fundamental para apoyar a comunidades con menos recursos en cualquier área del planeta.

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