El autismo dejó de ser un tema exclusivo de especialistas médicos y cada vez más se coloca en el terreno de lo social, lo educativo y lo legislativo. Así quedó de manifiesto en el Foro Parlamento Abierto sobre Derechos Humanos de Personas en Condición del Espectro Autista, donde organizaciones civiles, familias y especialistas señalaron que el verdadero reto no es solo reconocer el problema, sino atenderlo con políticas públicas integrales.
En este espacio, la diputada federal Paty Jiménez (PAN) advirtió que México se ha quedado rezagado en materia de legislación sobre autismo. Recordó que mientras otros países han avanzado en protocolos de detección temprana, atención médica y programas de inclusión escolar y laboral, en nuestro país aún no existe un marco jurídico sólido que garantice estos derechos.
Las familias enfrentan diariamente la falta de diagnóstico oportuno, la escasez de terapias especializadas y los altos costos de atención. A ello se suma la ausencia de entornos inclusivos, lo que deriva en rezago escolar, barreras para conseguir empleo y un fuerte desgaste emocional y económico para los cuidadores.
“Más allá de las definiciones médicas, el autismo representa un reto cotidiano: niños que no logran adaptarse a las escuelas tradicionales, jóvenes sin oportunidades laborales y familias que viven en aislamiento social”, reconoció la legisladora, quien llamó a que el tema sea colocado al centro de la agenda nacional.
El foro no solo abrió la discusión sobre las reformas legales pendientes, también expuso una realidad que sigue invisibilizada: el autismo no es un asunto minoritario. Según especialistas, uno de cada 100 niños podría estar dentro del espectro, lo que hace urgente contar con una política de Estado que articule al sector salud, educación, trabajo y asistencia social.
La discusión, coincidieron los participantes, debe dejar de girar en torno a diagnósticos aislados y pasar a un enfoque de derechos humanos. Es decir, reconocer a las personas con autismo como ciudadanos plenos con derecho a la salud, la educación, el trabajo y la inclusión social.