En Durango, la solidaridad también se cocina.
Por: Martha Casas.
Desde que inició la actual administración estatal, se han entregado casi 200 mil raciones de alimento a familiares de pacientes hospitalizados, principalmente en el Hospital General 450 y el Materno Infantil.
Cada semana, alrededor de 1,200 comidas llegan hasta quienes pasan días o incluso meses acompañando a sus seres queridos en los hospitales, muchas veces con los bolsillos vacíos y el ánimo al límite.
El director de la Coordinación Estatal de Protección Civil, Arturo Galindo Cabada, explicó que este programa nació con la intención de dar “una palabra de esperanza” y un apoyo tangible a quienes enfrentan momentos difíciles.
“Hay personas que prácticamente ya no tienen recursos económicos, y esta comida significa mucho más que un plato: es un respiro en medio de la angustia”, señaló.
La iniciativa se sostiene gracias a la participación de empresarios, voluntarios y donadores anónimos que aportan desde masa para las gorditas hasta pan, requesón o insumos básicos.
“Hay quienes no pueden donar dinero, pero sí su tiempo, y eso también alimenta”, añadió Galindo.
Este esfuerzo comunitario ha logrado que cada lonche, cada plato servido, lleve consigo un mensaje de acompañamiento para quienes atraviesan una de las etapas más duras: la enfermedad de un ser querido.



