Hasta el día de hoy, este santo forma parte importante para los feligreses, venerándolo año tras año el primer viernes de marzo.
Texto y fotos: Geraldo Rosales.

Ubicado a 15 minutos de la ciudad de Durango, se encuentra El Nayar, lugar que tiene registros de existencia desde el siglo XVIII y se formó como ejido después de la Revolución Mexicana.
En ese pintoresco lugar se encuentra el Templo del Señor de la Expiración, un título dado a Jesús Cristo y su iglesia es un símbolo de fe y devoción para muchos católicos, dónde también se encuentra la Virgen María, la Virgen de Guadalupe y Santa Filomena.


A decir de Don Camilo Ortiz, custodio de este templo, narró que el Señor de la Expiración es el santo patrono de sus habitantes, quien habría llegado a la localidad en 1769. Aunque existen varias versiones de su llegada, nos platica que un indígena proveniente de Monclova, Coahuila, cargaba con una caja cerrada con destino a Nayarit, y al pasar por la ciudad de Durango, específicamente en el poblado de El Nayar, los lobos atacaron a uno de sus animales que jalaba su carreta, obligándolo a quedarse en el pueblo.
Al paso de los días, tuvo que regresarse a la ciudad de donde vino para rendir cuentas, a lo cual el indígena dejó instrucciones de que si no regresaba para tal fecha, se abriera la caja y comenzaran a hacerle su fiesta el primer viernes de marzo de ese año, desde entonces la gente de éste lugar y pueblos circunvecinos veneran a este Cristo; incluso, en la entrada del pueblo se encuentra una estatua del indígena con un Cristo en la mano.Hasta el día de hoy, este santo forma parte importante para los feligreses, venerándolo año tras año el primer viernes de marzo, bajo la supervisión y guía espiritual del presbítero José Martín Favela Rodríguez.


El Señor de la Expiración es un Dios del perdón, a quien personas en su lecho de muerte se acercan para que sus pecados sean absueltos y puedan encontrar paz.




