Durango abrazó la inclusión con una jornada para reconocer el valor de las personas con discapacidad.
Por Luis Juárez.
Durango, Dgo.- En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, se realizó una jornada inclusiva en el corazón de la ciudad, que se convirtió en un escenario de convivencia, deporte y conciencia, reafirmando que la inclusión se construye con hechos, no solo con palabras.Durango vivió una tarde distinta este 3 de diciembre.
El Corredor Constitución, entre la Plaza de Armas y Plaza Fundadores, se transformó en un río de pasos, colores, sonrisas, bastones blancos, sillas de ruedas, abrazos, música y manos entrelazadas. No fue solo un evento; fue una declaración colectiva: las personas con discapacidad tomaron las calles para mostrar su talento, hacerse visibles y recordar a la sociedad su valor, dignidad y fuerzas inherentes.
Bajo el respaldo del Gobierno de Esteban Villegas Villarreal, a través del Instituto Estatal del Deporte (IED) y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), distintas asociaciones unieron esfuerzos para crear la Feria Deportiva por la Inclusión. El mensaje fue claro y contundente: reconocer, escuchar y acompañar.La feria fue un laboratorio vivo de empatía.
Las calles se poblaron de caminatas, un rally de discapacidad visual, golbol, paradanza deportiva, baloncesto sobre silla de ruedas, matro-patro gimnasia, juegos tradicionales y exhibiciones adaptadas. Cada actividad fue más que recreación; fue un puente hacia realidades que suelen pasar desapercibidas, una invitación a comprender lo que significa vivir con una discapacidad.
En paralelo, la Feria del Empleo “Todos podemos, todos contamos” subrayó que la inclusión también pasa por el derecho a un trabajo digno. _El director del IED, César Omar Cárdenas Reyes, elevó una reflexión profunda:_“Nadie está libre de vivir una discapacidad en algún momento. Si Dios nos presta tiempo, todos llegaremos a una edad donde nuestras capacidades disminuirán.
Por eso es vital tomar conciencia hoy: esto no se trata solo de verlos, sino de comprendernos, de exigir derechos y asumir responsabilidades. Que esto no sea un evento aislado, sino una tradición, una forma de vivir nuestra ciudad”.La secretaria del Trabajo, Belén Berenice Morales de Ávila, reconoció el tejido social que hace posible estos avances: “Es grato ver cómo la convivencia, el deporte y la vida laboral se unen para fortalecer a las personas con discapacidad. Gracias por permitirnos caminar juntos”.
El Corredor Constitución, vibrante de voces y ritmos compartidos, se erigió como testimonio de que la discapacidad no es sinónimo de limitación, sino de diversidad humana. Durango donde #NaceUnGigante dejó una lección clara: la inclusión no es un ideal lejano, sino un camino que se pisa juntos. Se construye con acciones, presencia, escucha y sensibilidad. Al final, las personas con discapacidad nos recuerdan lo esencial: el verdadero valor de una sociedad se mide por su capacidad de hacer que todos cuenten.
