Por: Martha Casas.
El presidente de la Unión Ganadera Regional de Durango, Rogelio Soto Ochoa, advirtió sobre el riesgo que representan los mataderos clandestinos y el engaño a consumidores con la venta de carne de caballo como si fuera de res.
Explicó que solo el 40 por ciento de la carne que se comercializa en la capital proviene del rastro TIF de Ciudad Pecuaria, mientras que el resto llega de fuera o de lugares no regulados.
“No es que la carne de caballo sea dañina, lo grave es venderla como res y cobrar más por ella”, enfatizó.
El líder ganadero recordó el caso reciente en la colonia El Saltito, donde un brote de sangre en aguas negras evidenció un rastro clandestino. Subrayó que la vigilancia de estos sitios corresponde a la Coprised, pero advirtió que podrían existir muchos más operando en la ciudad.






