José Miguel Castro Carrillo
Ángel Rodríguez Solórzano fue un destacado universitario, abogado y deportista, fundador de unidades académicas e instituciones culturales, con un gran sentido humano, que reflejó en su familia, como servidor público y universitario
Tuve la oportunidad de conocerlo y tratarlo durante mucho tiempo, desde mis años de estudiantes en la Escuela de Derecho, hoy Facultad, a lo largo de mis actividades como servidor público y al final, reinhumarlo en la Rotonda de los Hombres y Mujeres Ilustres de Durango.
Como Director de Pensiones del Estado me tocó llevar a cabo la construcción del fraccionamiento Los Fresnos, y en reconocimiento a su labor a favor de Durango, la plaza de este sector habitacional lleva su nombre. En esta época tuve la oportunidad de convivir de manera más cercana con él y su esposa, la señora Soledad Vázquez de Rodríguez, con quienes, junto con el entonces gobernador José Ramírez Gamero y su esposa Chayito, hicimos entrega de mil viviendas a trabajadores.
Este momento ha quedado plasmado en mi libro “Durango hacia el futuro”, una monografía de nuestra entidad dedicada a los niños y jóvenes, donde también hay un apartado especial a nuestras instituciones educativas como la Universidad Juárez del Estado de Durango y a los Hombres y Mujeres Ilustres, donde también se recoge su labor.
Rodríguez Solórzano fue el último director del Instituto Juárez y primer rector de la Universidad Juárez del Estado de Durango, así como fundador del Museo Regional que también lleva su nombre, al igual que la Unidad Administrativa del Gobierno del Estado.
Asimismo, en 1988, como parte de la celebración del XX Aniversario de la Dirección de Pensiones, se realizó un homenaje en donde el poeta Juan Emigdio Pérez Olvera nito dio a conocer su poema “Bajo el Sol Infinito”, dedicada al licenciado Rodríguez Solórzano, “al hombre, ciudadano, maestro y amigo que tiene radiante inspiración de ángel…”
Nacido el 31 de mayo de 1919, Ángel Rodríguez Solórzano fue hijo de los señores Benito Rodríguez Solís y Refugio Solórzano Castañares, de quienes abrevó el amor por su tierra. Inició su educación en el Colegio Excélsior y Colegio Justo Sierra, siguiendo en el Instituto Juárez sus estudios de secundaria, preparatoria y de leyes.
A los 23 años, en el mismo Instituto inicia su labor como Celador de Estudios y Preparador del Gabinete de Historia Natural y ayudante de laboratorio, en 1942 y como docente imparte las materias de Práctica Forense y Obligaciones en la carrera de Leyes.
Ocupó la Rectoría del Instituto Juárez y gestionó la elevación a Universidad en1957 siendo su Rector Fundador, creando bajo su liderazgo las escuelas de Pintura, Escultura y Artesanías, Música, Medicina, Comercio y Administración, Comercial Práctica además de Veterinaria y Zootecnia, así como la Orquesta Sinfónica.
También, ocupó varios puestos en la administración pública como Secretario del H. Ayuntamiento de Durango, presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, juez segundo del ramo civil, procurador de Justicia y Abogado asesor del Gobierno del Estado.
Dejó la Rectoría en 1964 para una curul de diputado federal y encontrándose como legislador el 4 de agosto de 1966 el Congreso de la Unión lo nombró gobernador provisional de Durango, en virtud de la desaparición de poderes, como consecuencia del movimiento estudiantil concluyendo su vida como director fundador del Museo Regional de Durango, UJED. Un gran duranguense, así lo escribió Juan Emigdio:
“… Hoy es el día
del moderno trazador de caminos,
del andante incansable de Durango,
del hombre que sabe ayudary no se cansa de prestar ayuda…”