Hoy a 34 años..
Meses antes ya se sentía la presencia del Santo Padre, Durango se preparó alrededor de nueve meses en todos los sentidos para esta histórica visita
Por: Geraldo Rosales
Durango, Dgo.-
Los duranguenses fuimos bendecidos al recibir la visita de Juan Pablo II aquel 9 de mayo de 1990, hoy hace 34 años, visita que se dio gracias a las gestiones que hiciera en aquel entonces por Monseñor Antonio López Aviña, noticia que hiciera pública el 2 de agosto de 1989, de manera oficial informando que dentro de su visita a México estaba contemplado que estuviera dos días en Durango.
Meses antes ya se sentía la presencia del Santo Padre, Durango se preparó alrededor de nueve meses en todos los sentidos para esta histórica visita, gobernaban entonces José Ramírez Gamero y Jorge Clemente Mojica Vargas, Gobernador y Presidente Municipal respectivamente.
El Papa no va a estar esta noche, ni mañana, porque se va a pasear a Durango
A las ocho de la mañana del 9 de mayo de 1990, Juan Pablo II salió a las puertas de la Delegación Apostólica en la Ciudad de México, testimoniales cuentan que a través de un micrófono informó a los fieles presentes: “El Papa no va a estar esta noche, ni mañana, porque se va a pasear… a Durango, para que no se desvelen ni canten muy temprano, Tienen un día de vacaciones”. Horas después arribó a Durango a las 10:40 de la mañana.
Miles de durangueses le daban la bienvenida con grandes desplegados a su santidad, de igual manera una gran valla humana se dejaba ver por todo el boulevard Francisco Villa justo por donde recorrería el papamóvil algunos en su mayoría jóvenes de grupos juveniles se quedaron a dormí una noche antes con al intención de poder tener un buen lugar y verlo de cerca.
San Juan Pablo II visitó y ofreció un mensaje en el interior del Centro de Readaptación Social No. 1 de Durango, luego estuvo en la Catedral Basílica Menor de Durango en un momento de oración con dos mil religiosos y sacerdotes, luego tuvo un encuentro con empresarios de la región en el Teatro Ricardo Castro, para después encabezar una celebración masiva de la Eucaristía para la sanación de enfermos y ordenación de más de 100 sacerdotes en la explanada de lo que es hoy Soriana Jardines.
Hubo rondines constantes y la entrada de personas, al lugar fue de lo más restringido, sin faltar los franco-tiradores que se asomaban desde varias azoteas dirigidos hacia el Arzobispado, lugar que fue registrado minuciosamente por el Estado Mayor, como responsable de visitas distinguidas, y por fortuna, no encontraron nada ni a nadie que quisiera dañar al Papa. Durante la tarde y noche en que el Santo Padre permaneció en el Arzobispado, le llevaron regalos, alimentos típicos de la región que pasaban por un filtro exhaustivo de revisión.
Ese año (1990) en su segunda visita a la república mexicana, El papa visitó el Distrito Federal Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Jalisco, Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Tabasco y Zacatecas.
Medios de comunicación jugaron un papel muy importante
Para la visita de su santidad Juan Pablo II a Durango aquel 9 de mayo de 1990, los medios de comunicación jugaron un papel muy importante, sobre todos los impresos quienes dieron detalle de cada paso que tendría el ahora santo Karol Wojtiwua por nuestro estado.
Periódicos como, El Sol de Durango, La Voz de Durango y “Cima” en sus páginas daban la bienvenida con grandes desplegados a su santidad, de igual manera publicaban el programa de actividades, mapas por los cuales recorrería el papamóvil y la ubicación de la explanada Soriana para la gran misa masiva que su santidad daría por la tarde en Jardines de Durango.