José Miguel Castro Carrillo
El Fideicomiso testamentario es un contrato por medio del cual una persona denominada Fideicomitente transmite la propiedad fiduciaria de bienes a otro llamado Fiduciario, el cual generalmente es un banco, quien se obliga a ejercerla en beneficio de quien se designa en el testamento, es decir, el fideicomisario y a transmitirla a éste al cumplimiento de un plazo o condición.
El instrumento por el cual se constituye el fideicomiso testamentario es una disposición de última voluntad materializada en un testamento, así, vinculando los elementos del fideicomiso en sentido general, está el testador: es quien otorga el testamento y se dispone como acto de última voluntad libremente expresa para que surta efectos post mortem.
Se incluye la figura de una persona que va a cumplir con esta voluntad como Fiduciario y el objeto es la transmisión o afectación de acuerdo a determinadas instrucciones sujeta cierta condición o plazo.
Esta es una alternativa utilizada por personas que tienen un patrimonio variado, pudiendo incluir activos, como acciones, participaciones en fondos o en empresas, obras de arte, entre otros bienes.
También, esta es una opción muy recomendable cuando el testador duda que sus herederos puedan administrar exitosamente la herencia, ya sea por corta edad o por falta de experiencia.
A diferencia del testamento, permite a quien lo constituye determinar, mediante candados, el uso de cada uno de los recursos.
Incluye también un Comité Técnico integrado por miembros elegidos por el Fideicomitente, quienes de manera conjunta tomarán las decisiones tendientes a cumplir las instrucciones del fideicomiso.
Tiene como ventajas entre otras, que no existe límite para las designaciones de beneficiarios, y además de ser muy accesible, es un producto que de manera ordinaria ofrecen la mayoría de las instituciones bancarias, utilizando un contrato marco o formato para prácticamente todos los casos.
Por ello, para un fideicomiso testamentario más especializado, acorde a sus necesidades, lo más recomendable es asesorarse con profesionales, con lo cual garantiza la obtención de los mejores resultados conforme a sus necesidades y deseos.
Para llevar a cabo un fideicomiso testamentario, se deberá acudir a una institución bancaria, que en este caso será como la albacea y al costo inicial se suma un cobro anual que va entre 1% y 2.5%, sobre el monto de los activos.
Una vez que usted haya aceptado las condiciones, el fideicomiso será responsable de administrar sus bienes o la parte de ellos que usted determine. Mientras viva, puede disponer del patrimonio que haya incluido en este fondo, así como también modificar la lista de beneficiarios.
