El primer ministro británico, Boris Johnson, escapó el lunes a una rebelión de diputados de su Partido Conservador, que querían revertir la decisión gubernamental de recortar la ayuda al desarrollo debido al impacto de la pandemia en las arcas públicas.
Lindsay Hoyle, presidente de la Cámara de los Comunes, cámara baja del Parlamento británico, decidió no someter a votación una enmienda apoyada por los diputados rebeldes para restablecer el presupuesto de cooperación internacional al 0.7% del Producto Nacional Bruto (PNB).
Ante los diputados afirmó que dicha enmienda estaba “fuera del alcance” del proyecto de ley en cuyo marco se había propuesto. Sin embargo, aseguró estar abierto a un debate urgente sobre la cuestión.
El Ejecutivo británico decidió reducir su presupuesto para cooperación internacional del 0.7% de su PNB al 0.5% en 2021. Este pasó así de unos 21 mil millones de dólares a 14 mil millones de dólares.
La decisión provocó un alud de críticas denunciando el impacto en los países más pobres y en las ambiciones internacionales del Reino Unido tras el Brexit, ante lo cual el Gobierno aseguró que será una medida temporal y se volverá al 0.7% una vez superada la crisis provocada por el Covid-19.
Pero esto no convenció a una treintena de diputados conservadores, incluida la ex primera ministra Theresa May, que apoyaban la enmienda rebelde. Sin embargo, para ser aprobada habría necesitado el respaldo de 40 rebeldes.
La decisión de no someter el texto a votación demuestra una “falta de respeto” del gobierno hacia la Cámara de los Comunes, reaccionó el líder de los rebeldes, el ex ministro de Desarrollo Internacional Andrew Mitchell.
FRASE
“Están evitando que se vote sobre una promesa establecida por el mismo Partido Conservador en la campaña electoral para los sufragios legislativos de diciembre del pasado 2019”
Andrew Mitchell
Líder de los rebeldes y ex ministro de Desarrollo Internacional