Por Gonzalo Martínez
El Gobierno de Canadá ha decidido implementar medidas drásticas para enfrentar lo que considera una competencia desleal por parte de China. A partir del 1 de octubre de 2024, todos los vehículos eléctricos fabricados en China estarán sujetos a un arancel del 100 por ciento. Esta decisión forma parte de una serie de acciones diseñadas para proteger la industria automotriz canadiense.
Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas, anunció el 26 de agosto que estas medidas son una respuesta a las prácticas que Ottawa considera injustas por parte del gobierno chino. Según Freeland, las políticas de exceso de capacidad de China, junto con la falta de normas laborales y medioambientales estrictas, están poniendo en riesgo a los trabajadores y empresas canadienses, además de comprometer la prosperidad económica a largo plazo del país.
Freeland declaró que “los trabajadores canadienses y sectores críticos, como el acero y el aluminio, enfrentan una competencia desleal debido a la política de exceso de capacidad dirigida por el Estado chino. Esto socava nuestra capacidad para competir tanto en el mercado nacional como global. Por ello, nuestro gobierno está tomando medidas decisivas para proteger a los trabajadores canadienses y nivelar el terreno de juego”.
Además del arancel a los vehículos eléctricos, Canadá implementará tres medidas adicionales para contrarrestar la competencia desleal de China. A partir del 15 de octubre de 2024, se impondrá un arancel del 25 por ciento a las importaciones de productos de acero y aluminio provenientes de China, con el objetivo de proteger los sectores canadienses del acero y el aluminio, que emplean a más de 130 mil personas en el país.
Canadá también llevará a cabo una segunda consulta de 30 días para evaluar el impacto de las importaciones chinas en otros sectores críticos para su economía, como baterías y componentes, semiconductores, productos solares y minerales esenciales.
Finalmente, el gobierno canadiense limitará la elegibilidad para sus Incentivos para Vehículos de Emisión Cero y otros programas similares a los productos fabricados en países que tienen acuerdos de libre comercio con Canadá. Esta medida busca alinear los incentivos gubernamentales con los intereses comerciales y estratégicos del país.
