Las personas pasan horas esperando su turno en una kilométrica cola para despedirse de la reina Isabel II, antes del ‘funeral del siglo’ que será el lunes.
Excélsior.- Con una inesperada aparición, el rey Carlos III y el príncipe heredero Guillermo dieron las gracias este sábado a las personas que desde hace horas guardan turno en una kilométrica cola para despedirse de Isabel II, antes del “funeral del siglo” el lunes.
“God save the King” (Viva el rey), “God bless the Prince of Wales” (Dios bendiga al príncipe de Gales), gritó la multitud en el centro de Londres, mientras estrechaba las manos y conversaba con las nuevas cabezas visibles de una monarquía sin la longeva reina.
“Muchas gracias”, les dijo Guillermo a quienes desde hace horas y vestidos con ropa de abrigo en un soleado sábado esperan pacientemente poder inclinarse ante el féretro de la reina en Westminster Hall.
En este casi milenario edificio de techo de vigas de madera, el más antiguo del complejo del Parlamento británico, se instaló el miércoles la capilla ardiente y se espera que pasen por allí 750.000 personas.
“Fue muy emotivo. Era como la abuela de la nación. La echaremos de menos”, dijo a la AFP Shaun Mayo, un informático de 27 años del centro de Inglaterra, al salir de la capilla ardiente tras 14 horas de cola.
La víspera, el exfutbolista David Beckham también guardó su turno para honrar el “increíble” legado de la única reina que la mayoría de británicos conoció hasta su muerte, el 8 de septiembre, con 96 años, tras siete décadas de reinado.
Catorce horas de espera
Aunque en la mañana las autoridades advirtieron que la espera era de 24 horas, en este último fin de semana para poder decir adiós a la soberana ante sus restos mortales, hacia el mediodía era ya de 14 horas.
En los últimos días, los servicios de ambulancias de Londres tuvieron que atender a al menos 435 personas en la cola situada a orillas del Támesis y sus alrededores, por desmayos en la mayoría de los casos.
La despedida se desarrolla en un ambiente de recogimiento, solemnidad y disciplina. Hecho poco usual, un hombre fue detenido el viernes por la noche por abalanzarse sobre el féretro, según las autoridades.
Ese día, se vivió un momento solemne: el nuevo rey Carlos III, de 73 años, y sus tres hermanos Ana (72), Andrés (62) y Eduardo (58), velaron unos 15 minutos el cuerpo de su madre, en la “Vigilia de los Príncipes”.
Este sábado en la tarde llegará el turno de los ocho nietos de la difunta, entre ellos el príncipe heredero y su hermano Enrique, que una semana antes aparecieron en público junto a sus esposas Catalina y Meghan.
Ese momento, que según la prensa se consiguió tras 45 minutos de “largas negociaciones”, buscaba mostrar un acercamiento entre los hijos de Carlos III y Diana después que Enrique y Meghan decidieran abandonar en 2020 la familia real e instalarse en California.
“Funeral del siglo”
Las autoridades se preparan mientras tanto para acoger el lunes el primer funeral de Estado desde el del ex primer ministro Winston Churchill, en 1965, al que acudirán decenas de dignatarios mundiales.
“Puedo confirmar que será el mayor evento que la policía londinense” tuvo que gestionar, “mayor que los Juegos Olímpicos de 2012”, dijo a la prensa el subcomisario adjunto Stuart Cundy.
El “funeral del siglo” comenzará el lunes a las 10H00 GMT en la Abadía de Westminster ante 2.000 invitados y se espera que sea seguido por 4.100 millones de personas en el mundo, gracias a la televisión y las redes sociales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó su asistencia, así como su par brasileño Jair Bolsonaro o el rey de España, Felipe VI, su esposa Letizia y sus padres, Juan Carlos I y Sofía.
El vicepresidente chino Wang Qishan representará a su país. China sí fue invitada al funeral, a diferencia de Rusia, por la guerra en Ucrania, y un reducido número de países, como Venezuela o Birmania.
Algunos ya empezaron a llegar. La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, se recogió el viernes ante el féretro de Isabel II.
Este sábado, se prevé que lo hagan representantes de una decena de países de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones británica), con quienes tiene previsto también reunirse Carlos III en la tarde.
Tras el funeral, un afuste trasladará el féretro por la capital británica hasta el arco de Wellington, en Hyde Park Corner. Allí será cargado en un coche fúnebre para su último viaje al Castillo de Windsor.
A continuación, tendrá lugar una última ceremonia privada en la que sólo estarán presentes los miembros más cercanos de la familia real, tras la cual la reina será enterrada, a las 19H30 (18H30 GMT).
Los restos de la monarca más longeva del Reino Unido reposarán, junto a los de su marido, en la capilla del rey Jorge VI, donde yacen los de su padre y su madre, así como las cenizas de su hermana Margarita.