Charlas

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admin 29/11/2022
Updated 2022/11/29 at 10:18 PM

Miguel Ángel Vargas Quiñones
*** Las cuentas claras y….
De nueva cuenta la feria de los números está en su apogeo, obviamente por el tema de las marchas, manifestaciones, apoyos, protestas, o como se les quiera llamar. Por un lado, la del 13 de noviembre, y por el otro la del domingo 27 de noviembre.
Ambas multitudinarias, parecidas pero muy diferentes. Cada una con su estilo propio. Las dos impresionaron por su gran participación, independientemente de como se hayan reunido en las ciudades donde marcharon.
Las celebradas tanto el 13 como el 27 de noviembre impactaron en quienes las siguieron por las redes sociales o en el caso de esta última, por la televisión pública que estuvo trasmitiendo por todos los canales oficiales al servicio del Gobierno federal y de la CDMX.
Más bullanguera la segunda que la primera.
En la del domingo pasado, las 32 entidades federativas tuvieron representación de Morena y del lopezobradorismo.
Aún no se sabe la forma en que arribaron a la CDMX desde sus lugares de origen, así fuera Chiapas, Yucatán, Tamaulipas o Baja California.
Aquí mismo en Durango, hubo varias versiones de fuentes vinculadas con el partido Morena estatal y municipal.
Algunos dijeron que el traslado y apoyo de viáticos salió de las prerrogativas que ese instituto político recibe del INE o del IEPC; otras fuentes oficiales morenistas aseguraron que con recursos de funcionarios se rentaron unidades para el traslado; otros un poco más despistados, como la diputada federal Martha Arreola, preguntó a los periodistas: “¿Cuáles autobuses?”; y finalmente no sabemos quien o como se costeó el gasto de transporte, alimentación y hospedaje de los dos mil duranguenses que el Lic. Jorge Silverio Alvarez, dirigente municipal de Morena anunció en medios que asistirían en representación de los morenistas de nuestra entidad.
Al final del día no es lo importante, pues son prácticas que los viejos del periodismo conocemos desde el añejo priísmo que hasta para arranques y cierres de campaña de sus candidatos, acarreaban cientos de ciudadanos que no sabían a qué iban o como se llamaba el candidato al que le gritaban Juan en lugar de Hank.
Para la Jefa de Gobierno de la CDMX hubo una participación de un millón 200 mil personas en la marcha para festejar el 4º aniversario de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, y el apoyo y solidaridad con su líder.
Desde mi óptica y dada la alta calificación que aparece en las encuestas como Mitofksy, bien pudieron reunir 3 millones de acuerdo a las expectativas de propios y extraños, considerando que además de las grandes aportaciones de CDMX, Edomex y entidades cercanas a la capital, el resto de las entidades federativas, sobretodo aquellas donde son gobierno, aportaría grandes contingentes.
Haciendo cuentas, y en el supuesto que ese millón 200 mil se hubieran movilizado siempre en autobuses, habrían ocupado 24 mil, sin embargo es obvio que un importante porcentaje de los asistentes se trasladaron por sus propios medios desde ciudades y municipio cercanos o dentro de la Ciudad de México. En este supuesto, consideremos que el 40% es originario de cualquiera de las alcaldías de CDMX o de ciudades conurbadas con ésta, el otro 60% provenía de la llamada provincia mexicana y por ende arribaron por diferentes medios de transporte.
Haciendo cálculos “conservadores”, el 50% de los participantes, es decir 600 mil, llegaron en diferentes transportes: avión, autobuses, ferrocarril, y, autos particulares. En el supuesto que en autobús especial hayan viajado a la CDMX 500 mil, se tuvieron que utilizar DIEZ MIL UNIDADES considerando que cada una de ella tiene capacidad para 50 personas. El costo por unidad es muy difícil determinarlo porque son distancias totalmente diferentes. No es lo mismo Durango-CDMX-Durango que Tijuana-CDMX-Tijuana.
De nuevo, “conservadoramente” consideremos una renta de 5 mil pesos diarios por unidad, mínimo son 100 millones de pesos, tan solo en traslado, sin considerar alimentación, hospedaje y “viáticos”.
También, son gastos muy difíciles de calcular porque no todos comieron lo mismo y mucho menos DONDE MISMO. Igual el hospedaje que lo mismo pudo ser la misma unidad de transporte que un hotel 5 estrellas que, fácilmente pueden pagar quienes ostentan un cargo en la función pública en cualquiera de los tres niveles.
El costo de ambas marchas es lo que marca la gran diferencia entre la del 13 y la del 27.
En la primera, 13 de noviembre, no hubo traslados a la Ciudad de México y sí en cambio, marcharon en por lo menos 50 ciudades.
En Durango, para tener una idea general, marcharon o se manifestaron alrededor de 5 mil personas, es una ciudad con mucho menos habitantes que Guadalajara, Monterrey, Tijuana, y muchas más. Así que, si consideramos que en cada una de las 50 ciudades participaron un promedio de 7 mil personas, nos arroja un resultado de 350 mil que, sumados a los calculados por Google, nos resulta una participación un millón 150 mil personas. Es decir, 50 mil menos de los que según Claudia Sheinbaum se manifestaron el 27 de noviembre, lo cual es una mínima diferencia si consideramos el costo y los recursos extraordinarios que representa estar en el poder.
Cabe subrayar que Google no tiene colores partidistas ni ideologías, es una herramienta fría que, sin alguien que se lo encargara, calculó 800 mil participantes en la marcha del 13 de noviembre.

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