Charlas

Miguel Ángel Vargas Q.
*** Epigmenio Ibarra
Parte VI
Aunque de manera modesta, el programa de expansión internacional de Notimex, Agencia Mexicana de Noticias, fue arrancado en la gestión de Miguel López Azuara bajo la experimentada supervisión de dos de los mejores corresponsales mexicanos: Carlos Ferreyra Carrasco que se inició en Prensa Latina (Cubana) y Pepe Carreño Figueras con una gran carrera en la agencia española EFE. Los recursos eran mínimos, así que la designación de corresponsales se dirigió más a los estados de la República que al extranjero.
Sin embargo, había interés especial tanto del presidente de la Madrid Hurtado como del director general, López Azuara en que se expandiera hacia centro y Sudamérica. Con el apoyo de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República se consiguieron alrededor de 25 receptores de fotografías que fueron distribuidos en igual número de corresponsalías en capitales de entidades federativas.
Paralelamente se empezó a platicar con algunos prospectos para algunas ciudades del extranjero en donde era conveniente colocar corresponsalías.
Francisco, Pancho Garfias para Londres; Raúl Pérez López Portillo en Madrid; Juan Gaudenzi, Guatemala; San José de Costa Rica, Carlos Hidalgo; Myriam Morales, en Honduras; José Carreño Figueras iría a Washington y Jaime Hernández a Alemania.
El proceso de terminar la instalación de las corresponsalías nacionales llevó algunos meses y en ese inter se registró el cambio de director general y Héctor Manuel Ezeta Gómez Portugal releva a Miguel Melchor López Azuara. Con el nuevo titular de la agencia llegan Eduardo Pallares, Juan Ruíz Healy, Gabriel Orduña entre otros.
Carlos Ferreyra decide renunciar y nos pide a Pepe Carreño y a un servidor que sigamos ahí para seguir adelante con el programa de desarrollo nacional e internacional.
Semanas después de este movimiento de directivos se dio la reunión con el presidente Miguel de la Madrid, pero ya en el edificio nuevo de Morena 110 en la colonia del Valle. Para entonces ya habíamos iniciado pláticas con un joven inquieto free lance, que había tenido problemas financieros con su pequeña empresa productora.
Recuerdo que Jaime Hernández me habló de él y a los pocos días lo recibí en las oficinas de Notimex.
Inquieto, nervioso, con prisa para llegar a quién sabe dónde, Epigmenio Ibarra me hizo una larga historia de su carrera combinada con su inquietud por cubrir para radio y televisión los conflictos armados en los países centroamericanos en crisis de guerras civiles. En esa situación estaban Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua en Centroamérica.
Epigmenio Ibarra llegó cuando todos los corresponsales estaban elegidos, aunque no nombrados por falta de presupuesto.
Sin embargo, el entusiasmo, la energía y la pasión con la que hablaba sobre su idea de cubrir os frente de guerra, me ganó y creamos, de común acuerdo, una “corresponsalía itinerante”, que recorriera los cuatro países en conflicto. Así lo expuse, pero para asegurar que mi propuesta no fuera rechazada por el nuevo director de la agencia, primero hice el planteamiento al titular de Relaciones Exteriores vía su hombre de confianza, Manuel Rodríguez.
Cuando llegué con el director general, Ezeta Gómez Portugal ya había recibido la sugerencia del canciller Bernardo Sepúlveda Amor.
Ya solo me pidió le explicara mas ampliamente la logística y la forma de trabajar de Epigmenio Ibarra, así como nuestra relación laboral con él.
Para “venderlo” mejor les hice ver los riesgos que corría al tener que entrevistar siempre a las dos partes en conflicto, lo que generalmente no es permitido a corresponsales o enviados especial, pero que Epigmenio lo había hecho durante los meses anteriores a su contratación por parte de Notimex.
Eso nos permitió que Epigmenio tuviera un salario muy superior al resto de corresponsales y enviados especiales. Además, enviaba información a otros medios, aunque debe hacerse notar que siempre dio preferencia a la Agencia que entregaba su material a televisoras y radiodifusoras suscritas al servicio informativo de Notimex.
En Nicaragua se celebra el día de la Madre el mes de mayo, mientras que en Costa Rica lo festejan entre 14 y 15 de agosto.
No recuerdo porqué razón, Epigmenio llegó de paso a San José, Costa Rica, en los primeros días de agosto, justo cuando mi familia me visitaba.
La entrega de esta vez fue en ocasión del Día de la Madre en Costa Rica, pero toda la historia versa sobre la forma en que, las madres de los contras al gobierno de Daniel Ortega, iban a visitar a sus hijos a las montañas a las que llegaban en lanchones por el río San Juan.
Al leer la historia escrita por Epigmenio Ibarra, realmente me conmovió porque retrataba con sus palabras, las miradas de angustia y desesperación de las madres que se “autofestejaban” viendo a sus hijos en las montañas combatiendo al gobierno dictatorial de Daniel Ortega en 1985.
Imprimí el texto en el telefax de la corresponsalía y se lo día leer a mi esposa Chelo, quien al paso de unos párrafos, no pudo contener unas lágrimas emocionadas por el sentido texto magistralmente redactado por el ahora estratega de la comunicación política del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ese era Epigmenio Ibarra hasta antes del 2018.
Todavía en un par de veces visitó Durango para reunirse con un grupo de tuiteros y era el mismo idealista que varias décadas atrás me había convencido de crear la figura de Corresponsal Itinerante.
No sé en qué momento cambió.