Agencias
En Bakú empezó la temporada para Sergio ‘Checo’ Pérez. Los cinco o seis Grandes Premios que había establecido como frontera para lograr la adaptación en Red Bull, en Azerbaiyán fueron una profecía.
Justo en su Gran Premio número 200 (197 arrancados), el tapatío logra su segundo triunfo en la Fórmula 1 para empatar al histórico Pedro Rodríguez como los dos únicos mexicanos que han visto la bandera a cuadros en la categoría, ambos con dos triunfos.
Pero más importante que eso, es la confirmación para Red Bull que hizo lo correcto al tomar a este piloto que había quedado a la deriva, sin asiento, cuando Racing Point decidió cortarlo.
Checo libera presión, algo que traía clavado, incluso hasta la calificación en Azerbaiyán, donde, a pesar de tener el mejor auto y mejor ritmo no pudo plasmar en un buen lugar de largada por culpa, de nuevo, de un choque en Q3 que abortó su vuelta rápida.
La adaptación al RB16B no fue sencilla. Talentosos pilotos como Pierre Gasly o Alex Albon nunca lograron domar ese ‘toro’ llamado Red Bull. Mismo que ahora come de la mano de Checo.
Entender el auto y los nuevos neumáticos era un reto grande que el propio Checo marcó desde antes de iniciada la temporada. Incluso en una entrevista comentó que esperaba que fueran cinco o seis carreras las que tardara en comprender al 100 por ciento a su monoplaza.
No pudo ser más exacto, casi profético. GP de Azerbaiyán, sexto del calendario y llegó la primera bandera a cuadros.
Y como todo en la F1, era cuestión de tiempo para que cayera un resultado del lado de Pérez. Iba a ser un segundo lugar en un portentoso 1-2 para Red Bull, pero Max Verstappen tuvo la mala suerte de que reventara un neumático.
Fue ahí cuando Checo entró a salvar el día con un auto que se temía, según dijeron Christian Horner y el propio Pérez, no terminara la carrera.
La rearrancada de Lewis Hamilton luego de bandera roja fue muy buena, pero se fue a fondo en la frenada y el auto se siguió de frente, ahí Sergio Pérez afianzó los 25 puntos, únicos para Red Bull en el día por cero de Mercedes.
Es el primer coequipero de Max Verstappen en Red Bull desde Daniel Ricciardo que logra ganar un Gran Premio, es tercero en el campeonato de pilotos, y el de constructores ahora tiene 26 puntos de ventaja para el equipo austriaco.
Además, en su batalla personal contra Valtteri Bottas hasta ahora ha hecho el trabajo. Falta mucha temporada pero el tono de esa disputa está sentado desde ahora.
Con su tercer podio en Bakú en la bolsa, además de todos los puntos arriba mencionados, Checo Pérez está ahora en la mejor posición para iniciar negociaciones de renovación de contrato con Red Bull, porque no hay que olvidar que sólo tiene firmado hasta 2021.
Su agente Julian Jacobi tiene, ahora sí, cartas con qué sentarse a asegurar el asiento de Pérez para 2022 y en adelante. Algo que también deseará Red Bull porque al fin ha encontrado la “pieza” que les faltaba para desafiar a Mercedes.
De aquí en adelante, la vara para medir a Checo estará en lo más alto, nada que no conozca el mexicano y casi se podría apostar que no será la última vez que escuchemos la letra y música de Bocanegra y Nunó en la premiación de la F1… Al tiempo.