Por: Areli Noriega
Hace más de cinco años, el expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió una carta al rey de España con la petición de acordar una disculpa por parte del Estado español por los crímenes cometidos durante La Conquista.
Tras ese hecho, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aclaró que las relaciones con España no están rotas, y que hasta ahora, sin una respuesta formal, aún cree que es necesaria una disculpa: “Hay respuestas en medios de comunicación, pero no una respuesta formal de qué opinión tienen frente a eso. La Conquista fue un acto violento, evidentemente no son los españoles de ahora, ¿pero qué permite eso? Reconstruir el pasado a partir de un reconocimiento de que hubo cosas que no estuvieron bien. Eso fortalecería la relación México-España”, explicó.
“El presidente envía una carta al rey con sus argumentos para una disculpa. En la parte última, si ustedes la leen, le dice de manera muy cordial: pongámonos de acuerdo para ver de qué manera se puede hacer esto e incluso que el Estado mexicano pida sus propias disculpas —como lo hizo en el caso de los Yaquis o en otros casos, con el pueblo chino— por las matanzas que hubo en México”, declaró.
Además, dejó en claro su posición con respecto a la necesidad de que exista una disculpa. “Podrían no haber estado de acuerdo”.
La exclusión del rey Felipe VI de la toma de protesta del pasado 1 de octubre de Sheinbaum retomaron las discusiones. La ultraderecha española de Vox enciende sus discursos atacando directamente a la presidenta Sheinbaum y burlándose públicamente de su posición con respecto al tema.
En el pasado mes de septiembre, durante la Asamblea general de la ONU, Sánchez, el presidente del Gobierno español, declaró:“Detrás de todo esto hay una enorme tristeza porque dos pueblos hermanos, por el interés político de alguno, no podamos tener las mejores relaciones entre los pueblos y entre dos Gobiernos progresistas que compartimos valores y probablemente políticas”.