La cercanía que Genaro García Luna mantuvo con altos mandos de la DEA y el FBI ha encendido las alertas entre autoridades estadounidenses luego de que el exfuncionario mexicano fuera declarado culpable en la Corte de Brooklyn por haber cooperado con la organización criminal fundada por “El Chapo” y “El Mayo”
Infobae. – Una de las herramientas más sólidas que la defensa legal de Genaro García Luna buscó utilizar para desestimar las acusaciones en contra de su representado fueron unas fotografías en las que se le observó al ex Secretario de Seguridad Pública a lado de personalidades de alto renombre de la política estadounidense.
Desde el expresidente Barack Obama, su secretaria de Estado Hillary Clinton y hasta el exdirector del FBI, Robert Mueller o altos mandos de la CIA como Leon Edward Panetta y Michael Morell, sostuvieron encuentros con el ex titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) e incluso, elogiaron e inflaron su figura como el “súper policía” de México.
No obstante, dicha figura se desplomó luego de que el jurado emitiera su veredicto en el octavo piso de la Corte del Distrito Este de Nueva York, declarando a Genaro García Luna como culpable de haber cooperado con el Cártel de Sinaloa en el trasiego de cocaína a Estados Unidos.
Bajo ese tenor, las alertas se han encendido entre las autoridades estadounidenses al considerar que aquella corrupción que logró inmiscuirse en el Gobierno Federal del país azteca pudiera haber alcanzado también a algunos funcionarios y agencias de seguridad de Estados Unidos.
De este modo, en una nueva entrega del periodista Keegan Hammilton publicada por el medio Vice, se señaló que los ecos del caso de Genaro García Luna comienzan a resonar en el Congreso de Estados Unidos, en donde los republicanos se han unido para exigir respuestas sobre cómo el policía de mayor rango en México pudo asociarse con la DEA y el FBI al mismo tiempo que colaboraba con el Cártel de Sinaloa en el tráfico de aproximadamente 103 mil libras de cocaína.
Y es que, durante el tiempo que Genaro García Luna fue funcionario público en México, los cargos que desempeñó implicaron una estrecha colaboración con agencias estadounidenses antinarcóticos así como la disposición de cientos de millones de dólares de impuestos de ciudadanos estadounidenses entregados como ayuda para combatir a los cárteles mexicanos.
Sin embargo, el juicio celebrado en la Corte de Brooklyn dejó al descubierto que, en lugar de luchar contra el crimen organizado, Genaro García Luna cooperó filtrando información de inteligencia confidencial, protegiendo envíos de droga y obstaculizando la captura de cabecillas como lo fue la de Joaquín El Chapo Guzmán.
Con dichos precedentes, el pasado 22 de febrero el senador de Iowa, Chuck Grassley, envió una carta a los jefes de la DEA y el FBI cuestionando qué es lo que sabían sus respectivas agencias sobre el ex Secretario de Seguridad Pública mexicano, además de que exigió pruebas que pudieran arrojar nuevas información sobre la relación.
“Por favor, explique lo que cada una de sus agencias sabía sobre la corrupción y la actividad criminal de García Luna, cuándo sus agencias obtuvieron la información y cómo sus agencias obtuvieron la información”, escribió Grassley al director del FBI, Christopher Wray, y a la administradora de la DEA, Anne Milgram de acuerdo con el periodista Keegan Hammilton.
Del mismo modo, la carta enviada por el senador de Iowa expresa su preocupación por “la administración adecuada de los activos y la información de las fuerzas del orden de Estados Unidos que dependen de los recursos proporcionados por los contribuyentes”.
Dicho en palabras de Keegan Hammilton, Grassley estaría buscando saber si se estaban enviando dólares de los impuestos estadounidenses a México mientras la DEA y el FBI toleraban la corrupción de Genaro García Luna.
Cabe mencionar que autoridades estadounidenses en México recibieron informes en 2008 que arrojaban sospechas sobre el ex Secretario de Seguridad Pública, no obstante, García Luna siguió siendo un socio de confianza hasta que dejó su cargo en 2012.
Aunque en el juicio que enfrentó Genaro García Luna no se presentó una prueba irrefutable que probara su vínculo con la organización criminal fundada por Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada, de acuerdo con Keegan Hammilton, cada vez hay más pruebas de que la DEA y otras agencias sospechaban que el ex Secretario de Seguridad mexicano estaba coludido y aún así optaron por seguir haciendo negocios con él en ciertas capacidades.