CUESTA DECIR QUE NO

Amaury Carrola
Amaury Carrola 30/04/2025
Updated 2025/04/30 at 11:53 AM

José Miguel Castro Carrillo

Dentro de lo que se denomina como habilidades sociales, existen diferentes conductas que la componen. Así, cuando se dice que alguien tiene dificultades o problemas en éstas áreas es necesario especificar en qué tipo de conductas tiene problemas para comprender en qué consiste su dificultad.

Nos cuesta mucho trabajo decir que no porque no nos educan para decir que no y para poder decirlo de una forma amable o asertiva. Al contrario: nos educan para complacer a los demás sin tener en cuenta nuestras propias emociones.

Normalmente se piensa que somos egoístas o incluso malas personas si es que nos negamos a algo. Se nos enseña a priorizar lo que otros quieren o demandan y no a valorar lo que uno siente o a ser honestos con lo que queremos o no queremos.

La capacidad para decir no consiste en negarse a las peticiones que resulten oportunas, sin consecuencias negativas a nivel emocional o personal. Sin embargo, hay muchas personas a las que les cuesta, por diversos factores, mismos que hay que considerar.

No darle importancia a lo que realmente queremos hacer nos lleva a acumular pequeños malestares que nos pueden afectar mucho en nuestra vida y en nuestra salud emocional, porque es algo que ocurre todos los días, aunque no nos demos cuenta, y como ejemplo, cuando un compañero de trabajo te pide un favor -que le cubras o que asumas algunas tareas que no dependen de ti- y no puedes decirle que no.

O con los amigos o familiares cuando nos proponen un plan y realmente a veces no queremos porque estamos cansados y acabamos haciendo algo que no tenemos ganas de hacer, por lo que cargarse de cosas que no queremos hacer -o que no tenemos tiempo de hacer- nos genera agobio, estrés y ansiedad.

Y, por otro lado, daña nuestra autoestima porque pasar por alto nuestras preferencias son pequeños autosabotajes que nos hacemos a nosotros mismos. Es ausencia de autocuidado y eso tiene un efecto importante.

Cuando nos han enseñado desde muy pequeñitos que decir que no puede significar que nos rechacen o que tengan de nosotros una opinión negativa, eso nos genera miedo porque es una amenaza en contra de nuestro autoconcepto que está arraigando a la autoestima.

Las personas con una baja autoestima, suelen tener dificultades para decir no, lo que sucede debido a que las ideas negativas que tienen sobre sí mismos y su capacidad. Estas ideas generan conductas de evitación en determinadas acciones que creen que no van a saber afrontar, por lo que negarse a alguna petición, es una habilidad que mucha gente considera compleja, por lo que estas personas tendrían la tendencia a evitar llevarla a cabo.

Al final, somos seres sociales y, por lo tanto, la influencia de nuestro entorno social es muy fuerte, por lo que es necesario hacer un trabajo progresivo; no podemos pretender vencer el miedo o la culpa de la noche a la mañana.

Primero, tenemos que ser conscientes e identificar por qué no somos capaces de marcar un límite. Eso no sólo es fundamental para aprender a decir no, sino también para trazar nuestros caminos de vida.

Una de las causas más comunes para la dificultad en decir que no, es el miedo a la reacción de los demás. Puede ir desde las personas que tienen miedo a ofender o hacer daño a los demás con su negativa a las personas que temen la reacción de los demás al negarse.

Otra de las respuestas más comunes a el porqué de esta dificultad, es la presencia de sentimientos de culpa, donde muchas personas tienen la idea irracional de que para cumplir con las expectativas o para ser buenos en su rol, no deberían de decir que no.

Entonces, aprendamos a hacerlo.

Te recomendamos leer…

Share this Article
Leave a comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *