El terremoto más mortífero en décadas sacudió a Marruecos la noche del viernes 08 de septiembre. Más de 2.000 personas murieron, resultaron heridas y sufrieron grandes daños como resultado del fenómeno natural. La histórica ciudad de Marrakech experimentó temblores que provocaron el derrumbe de muros y tejados, lo que obligó a muchos residentes a permanecer fuera de sus viviendas.
La localidad de Ighil, situada a unos 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech, fue el epicentro del terremoto de magnitud 7,4, que se produjo a 8 kilómetros de profundidad. Se guardarán tres días de luto nacional a raíz de lo ocurrido, anunció esta tarde el Gobierno marroquí.