La gente ya no compra estos artículos como antes, no porque hayan dejado de creer en ellos, sino porque la prioridad es cuidar el dinero.
Por: Geraldo Rosales.
La tradicional costumbre de comprar amuletos y ropa interior de colores para atraer la buena suerte en el nuevo año ha perdido fuerza en Durango, según informó Beatriz Zamora, consejera y expresidenta de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (CANACOPE) en la entidad.
La situación económica precaria que enfrentan las familias duranguenses ha llevado a una disminución notable en la demanda de estos productos.
Zamora explicó que la gente ya no compra estos artículos como antes, no porque hayan dejado de creer en ellos, sino porque la prioridad es cuidar el dinero.
“Antes se compraban amuletos, ropa interior, veladoras o artículos simbólicos; ahora se piensa dos veces antes de gastar”, afirmó la empresaria.
Los ciudadanos prefieren destinar sus ingresos a cubrir gastos esenciales como alimentos, servicios básicos o saldar deudas acumuladas.
El cambio en los hábitos de consumo es evidente, y los pequeños negocios son los más afectados. Históricamente, estos establecimientos veían en las fechas de fin de año una oportunidad crucial para mejorar sus ventas, pero ahora enfrentan un cierre de año con una actividad comercial significativamente menor.
La representante de CANACOPE Durango destacó que el desafío para el sector será adaptarse a los nuevos patrones de consumo, donde el ahorro y la cautela económica prevalecen sobre las creencias o rituales de inicio de año.
La situación económica ha llevado a las familias a ser más selectivas en sus compras, y los productos de lujo o aquellos relacionados con tradiciones han sido los más afectados. La prioridad es cubrir las necesidades básicas, y los gastos adicionales se han reducido considerablemente.
