Homenaje a las que ya no están.
Violencia sexual, obstétrica y feminicidios prevalecen contra las mujeres duranguenses
Por: Martha Casas.
En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Plaza IV Centenario se convirtió en un espacio de exigencia y memoria. Colectivos, organizaciones civiles y mujeres activistas se reunieron para recordar que la lucha por vivir libres de violencia no es solo una fecha en el calendario, sino una necesidad diaria.
El acto inició con un homenaje a las mujeres asesinadas durante este 2025.
Once nombres resonaron en la voz de Julieta Hernández Camargo, quien encabezó la lectura del memorial: María Cristina, Paulina, María Guadalupe, Victoria,
Zury, Lidia, Magdalena, Elizabeth, María Amelia, Julia y Antonia.
Una lista más corta que la del año pasado, pero que sigue recordando una realidad persistente: en Durango, las mujeres continúan muriendo a causa de la violencia.
Hernández Camargo, integrante de Sí Hay Mujeres en Durango A.C., lamentó que el estado mantenga indicadores graves en materia de violencia de género.
Explicó que el problema no se limita al feminicidio, sino que abarca violencia vicaria, violencia ácida y, recientemente, violencia estética, recordando el caso de Paloma Nicole, que exhibió una forma de agresión poco visibilizada pero profundamente dañina.
A ello se suma la violencia sexual, uno de los delitos más constantes:
“Cada mes, en Durango se presentan en promedio 21 denuncias formales por violación”, señaló.
La activista también mencionó la violencia obstétrica, una forma de agresión que muchas mujeres han normalizado a lo largo del tiempo, pero cuya expresión más extrema es la muerte materna, registro que también tiene presencia en la entidad.
Durante la ceremonia, un grupo de mujeres vestidas de negro realizó una intervención dancística con distintivos naranjas, símbolo internacional de la lucha contra la violencia. La coreografía representó la resistencia, la salida de ciclos de agresión y el llamado a las autoridades a cumplir con su labor preventiva y de justicia.
El 25N tiene su origen en la historia de resistencia de las Hermanas Mirabal, las “Mariposas” dominicanas asesinadas en 1960. Más de seis décadas después, la conmemoración sigue siendo un recordatorio de que la violencia contra las mujeres se combate todos los días del año.
