Entre los rehenes liberados figuran cinco empleados de Citgo, con sede en Houston -Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo y José Pereira-, Matthew Heath, un ex cabo de la Marina estadounidense de Tennessee, y Osman Khan, de Florida, que fue detenido en enero
Infobae.- Venezuela liberó el sábado a siete estadounidenses encarcelados en el país sudamericano a cambio de la excarcelación de dos sobrinos de la esposa del dictador Nicolás Maduro que habían sido encarcelados durante años por Estados Unidos por condenas de contrabando de drogas, dijo un alto funcionario estadounidense.
El canje de los estadounidenses, entre los que se encuentran cinco ejecutivos petroleros retenidos durante casi cinco años, es el mayor intercambio de ciudadanos detenidos jamás realizado por el gobierno de Biden.
“Hoy, después de años de estar detenidos injustamente en Venezuela, estamos trayendo a casa a Jorge Toledo, Tomeu Vadell, Alirio Zambrano, José Luis Zambrano, José Pereira, Matthew Heath y Osman Khan. Estas personas pronto se reunirán con sus familias y volverán a los brazos de sus seres queridos, que es donde deben estar”, reveló Biden. “Estoy agradecido por la ardua labor de los dedicados funcionarios públicos de todo el Gobierno de Estados Unidos que han hecho esto posible, y que siguen cumpliendo el compromiso inquebrantable de mi Administración de mantener la fe en los estadounidenses retenidos como rehenes y detenidos injustamente en todo el mundo”, agregó el mandatario.
“Hoy celebramos que siete familias vuelvan a estar enteras. A todas las familias que siguen sufriendo y están separadas de sus seres queridos detenidos injustamente, sepan que seguimos dedicados a asegurar su liberación”, afirmó el rpesidente de los EEUU.
Se trata de un raro gesto de buena voluntad por parte de Maduro, en un momento en el que el dictador busca reconstruir las relaciones con Estados Unidos tras derrotar a la mayoría de sus opositores internos. El acuerdo se produce después de meses de diplomacia de canal de atrás por el principal negociador de rehenes de Washington y otros funcionarios de Estados Unidos – conversaciones secretas con un importante productor de petróleo que adquirió mayor urgencia después de las sanciones a Rusia ejercer presión sobre los precios mundiales de la energía.
Entre los rehenes liberados figuran cinco empleados de Citgo, con sede en Houston -Tomeu Vadell, José Luis Zambrano, Alirio Zambrano, Jorge Toledo y José Pereira- que fueron atraídos a Venezuela justo antes del Día de Acción de Gracias de 2017 para asistir a una reunión en la sede de la empresa matriz, el gigante petrolero estatal PDVSA. Una vez allí, fueron arrestados por agentes de seguridad enmascarados que irrumpieron en una sala de conferencias de Caracas.
También fueron liberados Matthew Heath, un ex cabo de la Marina estadounidense de Tennessee que fue detenido en 2020 en un control de carretera en Venezuela por lo que el Departamento de Estado ha calificado de cargos de armas “engañosos”, y el hombre de Florida, Osman Khan, que fue detenido en enero.
Estados Unidos liberó a Franqui Flores y a su primo Efraín Campo, sobrinos de la esposa del dictador, Cilia Flores. Los hombres fueron detenidos en Haití en una operación de la Administración para el Control de Drogas en 2015 e inmediatamente fueron llevados a Nueva York para ser juzgados. Fueron condenados al año siguiente en un caso altamente cargado que arrojó una dura mirada a las acusaciones de Estados Unidos sobre el tráfico de drogas en los niveles más altos de la administración de Maduro.
Ambos hombres recibieron el indulto del presidente Joe Biden antes de la liberación.
Al menos otros cuatro estadounidenses permanecen detenidos en Venezuela, entre ellos dos ex boinas verdes involucrados en un intento de destituir a Maduro en 2019, y otros dos hombres que, como Khan, fueron detenidos por entrar supuestamente de forma ilegal en el país desde la vecina Colombia.
El gobierno de Biden no liberó a otro prisionero largamente buscado por Maduro: Alex Saab, un empresario con información privilegiada que Venezuela considera un diplomático y los fiscales estadounidenses un facilitador del régimen corrupto. Saab luchó contra la extradición desde Cabo Verde, donde fue arrestado el año pasado durante una escala en ruta hacia Irán, y ahora está a la espera de un juicio en un tribunal federal de Miami por cargos de desvío de millones en contratos estatales.
Los ejecutivos petroleros fueron condenados por malversación de fondos el año pasado en un juicio empañado por retrasos e irregularidades. Fueron condenados a entre ocho y 13 años de prisión por una propuesta nunca ejecutada de refinanciar miles de millones en bonos de la petrolera. En su momento, Maduro los acusó de “traición”, y el Tribunal Supremo de Venezuela confirmó sus largas condenas a principios de este año. Todos los hombres se han declarado inocentes y el Departamento de Estado los ha considerado -al igual que a los otros dos estadounidenses liberados el sábado- como detenidos injustamente.
Biden también aclaró que es una prioridad de su Administración evitar que los estadounidenses tengan que soportar el dolor inimaginable de ser retenidos como rehenes o detenidos injustamente. “Este verano, firmé una orden ejecutiva que impondrá nuevos costes, incluyendo sanciones y prohibiciones de visado, contra los autores de tales actos. Además, el Departamento de Estado ha introducido un nuevo indicador de advertencia “D” que está diseñado para ayudar a los estadounidenses a entender dónde y cuándo los viajes pueden incurrir en mayores riesgos de detención injusta, potencialmente por largos períodos de tiempo”, afirmó biden en su comunicado.
El régimen chavista también informó sobre el intercambio. “La República Bolivariana de Venezuela quiere informar a nuestro pueblo y a la Comunidad Internacional que, como producto de distintas conversaciones realizadas desde el pasado 5 de marzo con representantes del Gobierno de los Estados Unidos, se ha logrado la liberación de dos jóvenes venezolanos injustamente apresados en ese país”, afirmó en un comunciado sin dar los nombres de los “narcosobrinos” y agregó que “por razones humanitarias”, luberó a los estadounidenses.