Fortalecer la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas, mi objetivo: Lily Ortiz

Gonzalo Martínez
Gonzalo Martínez 17/11/2021
Updated 2021/11/17 at 8:30 PM

Por Fernando Madera
Durango, Dgo.
El objetivo que se ha trazado no es nada fácil y lo tiene muy claro; por el solo hecho de ser mujeres deben enfrentar un trato desigual a lo que además se suma, que son mujeres periodistas con la fuerza suficiente para alzar la voz y hacerse escuchar.
Lily Ortiz, presidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE) capítulo Durango, platicó con el periodista Miguel Ángel Vargas Quiñones en el programa Charlas que se trasmite por España TV.
Ahí recordó cuando la carrera de periodismo no estaba en sus planes de vida, “no me veía para nada en el periodismo”, reconoció, ya que su principal objetivo era estudiar la carrera de medicina, pero en su natal Santiago Papasquiaro, las instituciones educativas no la ofertaban a los jóvenes egresados del bachillerato.

EL DEPORTE EN SUS VENAS
Antes de convertirse en una profesional de la comunicación, Lily Ortiz buscó destacar en el deporte y para ello, comenzó a practicar una de las disciplinas que entonces era casi exclusiva de los varones; Kick Boxing.
Las prácticas eran duras porque era la única mujer que había ingresado a entrenar esa fuerte disciplina; de ahí que sus sparrings fueron solo varones, pero eso le ayudó a fortalecer aún más su espíritu competitivo.
Su entrenador le indicó que, si quería obtener mejores resultados y lograr destacar en esa disciplina, debía tener una mejor condición física. Tenía que correr.
La sola idea de hacerlo, generó en Lily una no muy grata sensación a tal grado que le pidió le pusiera cualquier otro entrenamiento, menos correr porque en ese momento no le encontraba mayor objetivo.
Pero, de a poco, comenzó a entrenar y correr algunos kilómetros, pocos, los necesarios cuando se inicia en esta disciplina; luego vendrían las invitaciones para correr en alguno de los eventos de 5 kilómetros que luego se convirtieron en 10, en 15, en un medio maratón, en el maratón y finalmente, en un ultra maratón de 100 kilómetros que lo corrió en Coahuila.
Para entonces le había tomado gusto a correr y por ello su objetivo cada vez fue mayor; se percató además que correr, acompañada solo de sus pensamientos, le hacía catarsis y al mismo tiempo que fortalecía su cuerpo, esa terapia le ayudaba a enfocar su mente.

AL PERIODISMO CASI SIN QUERER
Cuando egresó del bachillerato, decidió tomarse un año sabático en tanto decidía qué carrera estudiar, ya que la medicina no sería posible, al menos no en Santiago.
Decidió entonces emigrar a la capital duranguense, donde finalmente empezó a ver posibilidades en la carrera de comunicación, la cual comenzó a conocer y como consecuencia, comenzó a estudiar, pero sin miras de dedicarse al periodismo; no le atraía.
Como suele ocurrir cuando se estudia comunicación, le tocó en surte iniciarse como locutora en una emisora de música grupera, a partir de las 11 de la noche, como inician todos los noveles comunicadores.
Su interés profesional se enfocaba más a la editorial de revistas, era lo que le atraía en ese momento, pero la suerte estaba echada y su destino no era dedicarse a eso que pensó, sería su trazo profesional.
Finalmente, una de las reporteras de noticias estaba embarazada y por tanto, debía incapacitarse y cuando lo hizo, no había nadie más que la cubriera. Se le pidió a esa joven locutora que si era su deseo cubrir esa momentánea vacante a lo que sin mucho pensar, respondió que sí.
Habría la posibilidad de tener un ingreso monetario, el cual no tenía como locutora porque era parte de su actividad escolar, y sin más, comenzó a salir a reportear. Esa rama de la comunicación que no le era nada atractiva, es a la que hasta ahora le ha dedicado 17 años de su vida.

AMMPE
Lily Ortiz es la actual presidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (AMMPE), la cual dirige en acompañada de Carolina Heredia como Vicepresidenta; Susy Rodríguez como Secretaria y Erika Avitia como Tesorera.
Las asociaciones como tal carecen de recursos económicos “y se hace lo que se puede con lo que se tiene”, indicó Lily Ortiz quien a pesar de esa dificultad, no baja la guardia y busca la manera de impulsar la capacitación como principal elemento de formación de las mujeres periodistas.
Conoce a la perfección los riesgos que se corren en esta profesión. Considera que en México la liberta de expresión está amenazada debido a la polarización de la sociedad, la que juzga, señala y sentencia desde la comodidad de su asiento a través de las redes sociales y algunos tendrán razon, pero otros, simplemente destilan odio y amenazas.
Las redes sociales han abierto la posibilidad a los periodistas de conocer a detalle hechos que antes pasaban desapercibidos o no se tenía la forma de observarlos, porque se tenía que estar en el lugar; hoy cualquier hecho se difunde.
Y es ahí donde además el periodista juega un papel fundamental, ya que el profesionalismo del comunicador se refleja en la precisión de la noticia y no en la prontitud.
Reconoció que al principio y en algunos casos, los periodistas buscaron ser los primeros en informar el hecho del que luego todos hablarían, sin importar que los datos fueron erróneos por la ausencia de información verificada por autoridades o el propio reportero.
Bajo ese ritmo de premura, se cae en imprecisión que el consumidor de noticias lo califica como falsedad; nace el concepto de fake news (noticias falsas) que ahora han sido parte de las guerras sucias entre políticos y gobiernos.
Pero no solo se enfrentan al escrutinio público, existen otras amenazas que a nivel personal, Lily Ortiz ha tenido que enfrentar; la delincuencia organizada.
El año 2009 marcó a los duranguenses por la extrema violencia que se vivió en casi la totalidad del territorio estatal. En Santiago Papasquiaro, donde inició su carrera periodística, publicó casi todo lo que llegaba a sus manos relacionado con la seguridad pública.
Fue hasta que recibió una llamada donde le advertían que debía parar o de lo contrario, algo malo le podría pasar a ella o su familia, de la que ya tenían bien ubicada. Pensó en dejar de arriesgarse, no dejaría de publicar los hechos, pero ahora sería más cautelosa.
Por esta clase de retos que se imponen a diario, es que la profesionalización es constante, la actualización obligada que parte de la vorágine de la información inmediata, ha sido pilar de la asociación.
La presidencia de Lily Ortiz ha tenido como objetivo principal fortalecer la asociación y es por ello que impulsó la reunión nacional que habrán de celebrar este viernes y sábado teniendo como sede la ciudad de Durango.
Habrán de asistir las presidentas de AMMPE de los estados de Puebla, Guerrero, Ciudad de México y Oaxaca, quienes sostendrán un encuentro a puerta cerrada donde tratarán los asuntos relacionados con la asociación, los retos que enfrentan y la próxima elección de la nueva directiva nacional.
La visión de la periodista Lily Ortiz, no termina cuando la presidencia su cargo llegue a su fin; el objetivo trazado de fortalecer la asociación va más allá de lo que se puede hacer en Durango y buscará obtener la presidencia nacional que pronto estará en juego.
Tiene claros los objetivos, conoce el entramado del periodismo nacional donde la regionalización no elimina los problemas en común. Libertad y seguridad.
Lily Ortiz ha hecho camino en el periodismo local, a pesar que nunca estuvo en sus planes de vida; hoy dedica gran parte de su tiempo al oficio más bello del mundo, y quiere trascender, dejar un legado de lucha y determinación. Hoy quiere sus 100 kilómetros en la comunicación.

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