HECHOS BOLAS

Gonzalo Martínez
Gonzalo Martínez 12/05/2022
Updated 2022/05/12 at 7:02 PM

Por Ángel Castillo
La revancha de todos
En la edición anterior de este espacio de opinión, les platiqué como la edición 2006 de la Ruta Durango Mazatlán fue perjudicada por el huracán Lane, por lo cual tuvo que suspender en ese año, ahora en este resumen de mi historia a lo largo de las 14 coberturas del recorrido platicaré por la edición del 2007, al año siguiente del huracán, la cual significó la revancha para todos.

EL ARRANQUE
Si mi memoria no me falla, en esta edición César, quien me había acompañado desde un año antes, lo hizo de nuevo, sólo que en esta ocasión arrancamos en el estacionamiento del Club Olympia, en una Ruta Durango Mazatlán que tenía un significado muy especial para todos, incluyendo a mí.

CASI 500
Para esta edición, muchos ciclistas tomaron la decisión de formar su propio grupo y hacer la travesía en otro fin de semana, sin embargo, el número de foráneos aumentó significativamente llegando a casi 500 ciclistas para este cuarto año de cobertura de Contexto de Durango.

DE LLENO
Si bien, en años anteriores Contexto de Durango ya había puesto muchos de sus esfuerzos en la cobertura, para el 2007 la logística se fue al máximo, todo el equipo de Contexto desde administrativos, hasta impresiones se involucraron de manera directa en la cobertura y en la creación de suplementos y de trasmisiones a través de Radio Contexto.

RADIO CONTEXTO
En este año, las cosas habían cambiado mucho y ya no estaba solo como en la primera cobertura, ya que además de contar con mi compañero César a lo largo del recorrido y en varias ocasiones a través de radio Contexto platiqué con el licenciado Vargas de las vivencias de varios de los ciclistas.
En los diferentes poblados en donde la señal nos permitía platicamos durante varios minutos del como los pedaleaban a lo largo del recorrido, ante un clima muy diferente al del año pasado.

AMBIENTE DE EMOCIÓN
Y es que desde el arranque de la Ruta se sentía en el ambiente una emoción muy especial, y sobre todo una seguridad de que en esta edición terminaríamos el recorrido a como diera lugar, esto se convirtió en algarabía a lo largo de cada kilómetro de la edición.

OTRA VEZ, TERRACERÍA
Durante la primera jornada llegamos a Las Adjuntas junto al resto de los ciclistas y tomamos la decisión de ahora sí, completar todo el recorrido por terracería hasta Mexiquillo, cerca de las 16:00 horas, cuatro de la tarde, ingresamos al tramo de terracería de la ruta, poco a poco nos fuimos internando en la sierra duranguense que mostraba como la lluvia había caído de manera importante en este trayecto.

FOTOS INCREÍBLES
La verdad es que tuvimos la oportunidad de ver escenas increíbles apenas en los primeros kilómetros de recorrido, pudimos ver como los ciclistas a pesar del lodo, del fango y de las inclemencias del tiempo no perdian la energía y mucho menos el ánimo por seguir adelante.

CAIMOS
Todo parecía miel sobre hojuelas, César devoraba kilómetros en la motocicleta y yo en la parte trasera, espalda con espalda, devoraba megabytes de la memoria de la cámara tomando una y otra foto de cada participante al cual nos encontrábamos en este emocionante y complicado recorrido.
Cuando ya nos habíamos internado en la sierra por lo menos 20 kilómetros dentro, escucho a César que me dice de manera apresurada “Agárrate” a lo actué por instinto y sin pensarlo mucho, apreté con mis brazos la cámara y sólo espere la caída al suelo mojado.

EL CASCO
Uno se da cuenta de la importancia de llevar casco, hasta que el casco cumple con su objetivo; protegerte, hasta que el casco con estos diseños modernos y pintura muy bonita terminan raspados y en el suelo, pero cumplen con su objetivo, proteger la cabeza.

LEVÁNTATE
Retomo. Cuando caímos, y afortunadamente no íbamos a una gran velocidad, recuerdo un intenso dolor en la pierna, y es que la motocicleta cross cayó sobre mi pierna izquierda, después de eso y recostado en el piso lo siguiente que hice fue revisar que la cámara fotográfica siguiera funcionando, después de haberlo hecho, mi cerebro hizo su trabajo y entonces comenzaron a aparecer todos los dolores por la caída.
Primero apreté con todas mis fuerzas la pierna para tratar de verificar si no tenía alguna fractura, después saqué la pierna izquierda de debajo de la pesada motocicleta para empezar a dar unos pasos y saber si podía caminar.
Fueron unos instantes, pero la verdad ahora que lo escribo, en ese momento me parecieron horas, después de verificar que estaba bien vi a César aún tirado bajo la motocicleta, pues la cámara a un lado del camino y no sé de dónde saqué fuerza pero levanté un poco la motocicleta para ayudar a César a salir.
De pronto llegó un ciclista que dijo que había visto claramente como nos habíamos caído, y bajó de la bicicleta para ver si estábamos bien, después fueron llegando más y más, preocupados por nuestra condición, sobre todo porque mi compañero batalló un poco para ponerse en pie.

NO NOS ÍBAMOS A DETENER
No sé si después de unos o varios minutos, pero nos reincorporamos, entre ambos levantamos la motocicleta, para nuestra desgracia los cuernos o manubrios habían quedado totalmente desalineados, por lo que para poder manejarla tenía que hacerlo literalmente en diagonal, aun así nos levantamos, César echó a andar la motocicleta y continuamos el recorrido, no nos íbamos a detener.
Fueron minutos complicados principalmente para quien conducía la moto, pues el terreno seguía siendo igual de complicado, inclusive al llegar a los túneles que se encuentran en el trayecto estaban literalmente inundados, por lo que tuvimos que cruzar a pie como todos los ciclistas y con el agua llegándonos hasta la cintura.

MEXIQUILLO
Por fin, llegamos por el Jardín de Piedras a Mexiquillo en donde ya nos esperaba el equipo de Contexto de Durango para poder platicar la experiencia del primer día, el Lic Vargas, Mario Andrade entre otros, que no daban crédito a nuestro aspecto lleno de lodo, empapados hasta el cuello y con un rostro tan cansado como si no quisiéramos seguir.

HASTA AQUÍ
Después de platicarle al Lic Vargas lo que habíamos pasado, su decisión fue terminar la cobertura en este punto, sin embargo, César y un servidor nos quedamos mirando y dijimos “No, vamos a terminarla”, recuerdo que Mario Andrade con la fuerza de sus brazos enderezo el manubrio de la motocicleta, si bien no lo dejó perfecto, sí lo hizo funcional, esta noche dormimos bajo las estrellas de Mexiquillo y a las 5 de la mañana ya estábamos como nuevos y más motivados para terminar el recorrido.

LA LLEGADA
Para no hacer este relato más largo, les cuento que el segundo día trascurrió sin eventualidades, prácticamente volamos a lo largo de la carretera libre de Durango a Mazatlán.
Cuando llegamos al malecón de Mazatlán los sentimientos afloraron no sólo en los ciclistas, sino en servidor, un año antes no habíamos podido terminar la cobertura debido a la llegada de un huracán y en ese año estuvimos a punto de no lograrlo por una caída, eran muchas emociones que provocó que las lágrimas rodaran por mis mejillas mientras recorríamos el malecón junto a los ciclistas.

Te recomendamos leer…

TAGGED: ,
Share this Article