Agencias
Fue la octava oportunidad que tuvo Sergio “Checo” Pérez para poder vencer ante su gente. Desde el regreso de México al calendario de la Fórmula 1 en 2015 (en 2020 no se corrió por la pandemia de COVID-19), la expectativa es enorme en tierras aztecas, por eso las lágrimas del nacido hace 33 años en Guadalajara tras abandonar este domingo a 800 metros del inicio con su Red Bull. Duró en carrera apenas 18 segundos. Esperó un año por esta carrera.
La largada tuvo a las dos Ferrari adelante, con Charles Leclerc como el poleman y Carlos Sainz, que fue segundo en la clasificación. Pero entre ellos se metió Max Verstappen, que con su Red Bull llegó a la par con Leclerc a la primera curva y por el lado externo aprovechó Checo Pérez.
El local llegó a la misma línea que Verstappen y Leclerc, pero ni el mexicano ni el monegasco levantaron el pie del acelerador, exigieron la frenada y la goma trasera derecha del Red Bull se enganchó con la delantera izquierda de la Ferrari y se despistó. El azteca pudo volver a los boxes, pero abandonó por daños en su RB 19.
En los boxes los mecánicos de Red Bull intentaron reparar su auto, que tuvo daños en la parte posterior. Lo metieron dentro del garage y aún arriba de su monopostos se vio el llanto de Checo Pérez, que llegó a secarse las lágrimas sus guantes. Pasaron unas vueltas y cuando le informaron que no era posible arreglar el coche, el azteca se bajó con una gran decepción e impotencia.
Se fue a la parte posterior del garage y estuvo unos minutos solo. Luego apareció con el equipo, les agradeció su trabajo, pero su rostro de decepción lo dijo todo. Es que esperó todo el año para esta carrera y vivió un dolor sin igual.
Más tarde, un poco más tranquilo, dio declaraciones en la zona mixta que se arma para la prensa acreditada a nivel anual y manifestó que “lo intentamos todo y fui por eso. Cuando vi el hueco vi la oportunidad. No esperaba que Leclerc frenara similar a nosotros. Tuve un margen de maniobra mejor que Charles”, analizó el toque.
Las lágrimas de Checo Pérez
Aunque dejó claro que en una nueva carrera ante su gente fue por lo máximo. “Hoy quería ganar la carrera, no me conformaba con un podio”, reconoció. Ante las 15 victorias anteriores de su compañero de equipo Max Verstappen, que se coronó tricampeón de forma anticipada, Checo imaginó que éste era su domingo.
No fue un abandono más para Pérez, ya que esto compromete su objetivo de llegar al subcampeonato. Por ahora se mantiene segundo en el certamen, pero la segunda posición conseguida por Lewis Hamilton en el Autódromo Hermanos Rodríguez lo complica de cara a las tres fechas finales.
Aunque, más allá de la lucha por el subcampeonato, la mayor decepción que vive Checo Pérez es que siguen pasando los años y no puede ganar en su tierra. Más allá de que Leclerc también arriesgó de más, un piloto de la experiencia del mexicano no lo debería haber llevado a exigir la maniobra. Tenía toda la carrera por delante para intentar ganar. Y una de la grandes frases de Juan Manuel Fangio es que las carreras no se ganan en la primera curva.