Javier Avilés muestra un pasaje bíblico representado de manera contemporánea

Milenio
La muestra retrospectiva Tierra prometida, que da cuenta de la trayectoria del artista Javier Avilés (México, 1973), es una referencia al pasaje del Antiguo Testamento, el Génesis de la Biblia, en el que Dios (Jehová o Yahveh) les promete a los judíos, tras su largo peregrinar, un lugar para establecerse.
“Yo recurrí a ese pasaje bíblico para representarlo de manera contemporánea, pensando en las personas comunes y corrientes de Ciudad de México, que toda la vida buscan ese lugar de descanso, esa Tierra prometida, como fruto de todo su trabajo, como es lograr tener una casa o llegar a la jubilación, como ese trabajo que nos lleva toda la vida”.
Y el creador plasma esta reflexión a través de sus obras, en las que siempre está presente la gran metrópoli, donde se ven monumentos y edificios, como el de Salto del Agua o la Catedral.
La muestra, integrada por 60 obras, está a la espera de exhibirse en breve, luego de que fue presentada en la Sala Tezozómoc de la Casa de Cultura de Azcapotzalco.
El artista dice que Tierra prometida se divide en dos partes. La primera aborda el tema del pasado y los ancestros prehispánicos como antecedentes de la ciudad, con la presencia de un tzompantli. La segunda habla del presente y de los habitantes de esta urbe, con la finalidad de contar toda una historia, destacando personajes como el tragafuegos. El eje es el tiempo, la fusión cultural y la Ciudad de México con su pasado y su presente.
“A pesar de ser un artista con un estilo realista, busco todas las formas y las técnicas posibles, por eso realizo obras de gran y mediano formato. No es necesario que aparezca un ser humano para expresar un sentimiento, busco objetos, los mismos edificios, todo los que encontramos en la ciudad”, dice Avilés, cuya obra forma parte de la Colección MILENIO Arte.
VENTANAS A LA REALIDAD
Entre las obras que integran la exhibición destacan Sincretismo, en la que se aprecia el tzompantli, sobre él un hombre barbado sin vida, pero con una etiqueta en el pie, identificándolo con un número y a la distancia los postes con cables de luz y las torres repetidoras de señales de televisión; Nuestros muertos, con la fachada de la Catedral Metropolitana se aprecia con un contorno de flores de cempasúchil, y La odalisca que muestra en primer plano a una mujer recostada y al fondo los elementos característicos de la gran ciudad, como el Hotel Garaje.
Sarah Moreloz, la curadora de Tierra prometida, en el texto de presentación plantea: “Las obras de Javier Avilés son ventanas que nos permiten ver como espectadores de un crimen, un voyeur de violencia; la muestra nos obliga a observar aquello que por años nos hemos negado a ver, sucesos cotidianos que han sido normalizados”.
La experta plantea que mediante el uso de la plástica, Javier Avilés le permite al espectador adentrarse en el cuadro: “Los simbolismos traspasan el tiempo, su pintura figurativa nos muestra una ciudad diversa e injusta, una pintura realista no por su trazo, sino por la crudeza de vivencias. Sus referencias y simbolismos mexicanos a través del pasado y la contemporaneidad abren un diálogo a la crítica del poder en el tiempo”.
Asimismo, dice que la muestra abarca dos núcleos, ofrece una mirada al pasado, exhibiendo de una manera cruda la muerte, también muestra cómo la estructura social ha sido vulnerada.
“A través de la curaduría mostramos al visitante la posibilidad de un diálogo crítico atemporal. Desde un juicio al sistema, la política y a la violencia genera una reflexión sobre la fuerza y el sometimiento en la ciudad; el visible y el invisible, el que puede opinar y el que no es escuchado, al que matan y nadie sabe, al que matan y todos lloran. Resaltar y hacer visible lo que sabemos que existe pero no queremos ver”, subraya Moreloz.
Dada la relevancia de la muestra Tierra prometida, se espera que pueda montarse en el Museo Tridimensional en el Parque Tezozómoc, luego de su reapertura.
A Javier Avilés le encantaría mostrar esta exposición en el Museo de la Ciudad de México. Dice que ya estaba planeada, pero a raíz de la pandemia, las fechas se cancelaron y luego de que se reabrieron los espacios culturales, Tierra prometida tendrá que esperar su turno.