José Miguel Castro Carrillo.
El speedcubing o formar el cubo de Rubik, es un antiguo hobby que puede ayudar a aumentar la felicidad de acuerdo a los científicos. Esta es una actividad popular desde la década de 1980, y el récord mundial de resolución en esa prueba lo ostenta actualmente el estadounidense Max Park, con un tiempo de sólo 3.13 segundos.
Está muy lejos de la velocidad inicial de Ernő Rubik, profesor de arquitectura que inventó el cubo de Rubik en 1974 y tardó alrededor de un mes en resolverlo. Unas 412 mil personas han participado en competiciones de speedcubing en todo el mundo y su popularidad también ha aumentado, con unas ventas mundiales de productos del cubo de Rubik de $86,6 millones de dólares en 2023, un 13,5% más que en 2022. Eso sin contar las ventas de otros tipos de cubos rompecabezas de diferentes marcas.
Algunos son de madera, otros electrónicos con bluetooth incorporado, y luego los hay con todo tipo de diseños coloridos. Desde que se inventó en 1974, han aparecido varias versiones, pero ahora, algunos científicos alaban esta actividad, no sólo como un pasatiempo popular, sino como uno que podría tener beneficios para el bienestar.
El speedcubing ofrece una combinación única de desafio cognitivo, conexión social y logro personal que contribuye a la felicidad, y ese bienestar va mucho más allá de un simple subidón momentáneo, debido a que satisface la necesidad psicológica básica de competencia, sensación de eficacia y dominio, en él intervienen varios factores, como la resolución de problemas, la memoria, el razonamiento espacial y la coordinación motora.
Resolver el cubo también puede provocar felicidad, porque despierta otras emociones como el asombro, la belleza, el sentirse conmovido, que son emociones estéticas, y experimentarlas nos produce una sensación extrema de felicidad. Cuando un patrón es el correcto, cuando un movimiento es particularmente asombroso, estas emociones estéticas pueden brindar experiencias transformadoras, por lo que quienes participan en esta actividad describen el estado de ánimo que puede generar como una sensación de “fluidez” conocido también como flow.
Este estado se alcanza cuando la dificultad de la actividad se ajusta a tu nivel de habilidad, las distracciones son mínimas, los objetivos están claros y la retroalimentación es inmediata. La fluidez puede ser “casi meditativa”, ya que se entra en un estado en el que piensa y no se piensa al mismo tiempo: se reacciona a lo que da el cubo, pero casi de forma instintiva, lo que puede convertirse en un tipo de atención plena profundamente gratificante, un estado de paz y calma en el que estás completamente en sintonía con cada giro del rompecabezas.
Hay buenas razones para buscar regularmente un estado de fluidez, la ciencia demuestra que las personas que lo experimentan con regularidad tienen mejor salud mental, posiblemente mejor salud física, y están más en sintonía. Cuando repetimos movimientos, éstos se registran o codifican desde sistemas de memoria explícitos, que requieren mucho esfuerzo, y pasan a sistemas de memoria implícitos, que requieren menos esfuerzo.
Para quienes lo consideran una parte importante de su vida, como los participantes en torneos, puede ofrecer felicidad eudemónica, fomentando un sentido de propósito y significado a través de la dedicación, los logros y la comunidad de personas con ideas afines.
Los psicólogos distinguen dos aspectos de la felicidad: el “bienestar hedónico”, relacionado con las experiencias emocionales, y el “bienestar eudemónico”, que tiene que ver con el sentido y el propósito de la vida. Ambos son esenciales para la felicidad general y el speedcubing puede contribuir a ambos tipos de bienestar y a mejorar la salud mental.