Por Gonzalo Martínez
Cleopatra, la última reina de Egipto, predijo que ningún hombre encontraría su tumba, pero la arqueóloga dominicana Kathleen Martínez podría estar cerca de desafiar esa profecía. Martínez ha dedicado casi dos décadas a la búsqueda del lugar de descanso final de Cleopatra y Marco Antonio, una búsqueda que comenzó en 2005 y que la ha llevado al templo de Taposiris Magna, cerca de Alejandría.
Cleopatra, famosa por su inteligencia, belleza y habilidades políticas, se suicidó en el 30 a.C. después de la derrota de su amante, Marco Antonio, en la batalla de Actium. La ubicación de su tumba ha sido un misterio durante siglos, con la creencia popular de que Cleopatra y Marco Antonio fueron enterrados juntos como un último acto de amor y desafío contra Roma.
Martínez cree que la tumba de Cleopatra se encuentra en Taposiris Magna, un antiguo complejo religioso dedicado a Osiris. Esta teoría se basa en varias pistas históricas y arqueológicas, incluyendo monedas y estatuas de la época ptolemaica encontradas en el sitio, así como la alineación astronómica del templo.
Durante las excavaciones, el equipo de Martínez ha descubierto numerosos artefactos que sugieren la importancia del sitio. Entre estos hallazgos se encuentran una cabeza de alabastro que se cree representa a Cleopatra, 22 monedas con su imagen, y una máscara funeraria dorada que podría haber pertenecido a un alto dignatario de la época.
El descubrimiento más emocionante para Kathleen y su equipo fue una serie de túneles y cámaras subterráneas que podrían llevar a la tumba de Cleopatra. Estos túneles, algunos de los cuales están sumergidos en agua, aún están siendo explorados y representan un desafío significativo para los arqueólogos.
El trabajo de Martínez no solo es significativo por su potencial para resolver uno de los mayores misterios de la historia antigua, sino también por su impacto en la arqueología y la historia del mundo antiguo. Encontrar la tumba de Cleopatra podría proporcionar una gran cantidad de información sobre su vida, su reinado y la cultura egipcia de la época ptolemaica.
Además, el éxito de Kathleen como arqueóloga latina en un campo dominado históricamente por hombres europeos y norteamericanos es una inspiración para muchas mujeres y minorías en las ciencias. Su perseverancia y dedicación resaltan la importancia de la diversidad en la investigación científica y el valor de nuevas perspectivas en el estudio de la historia.
