La leyenda canatleca y su hijo el comunicador preguntón

Gonzalo Martínez
Gonzalo Martínez 11/08/2021
Updated 2021/08/11 at 8:29 PM

Por Fernando Madera
Durango, Dgo.
Ambos forjaron su carrera en la cultura del esfuerzo, donde el trabajo diario es la única carta de presentación válida para abrirse camino en el difícil y muy competido mundo de la política.
José Jaime Herrera Valenzuela, mejor conocido como “El Calabazo”, así como su hijo, el destacado comunicador Quetzal Herrera Ruiz, platicaron con el periodista Miguel Ángel Vargas Quiñones, conductor del programa Charlas que se tramite por España TV.
Ambos personajes, insertados en la política a su tiempo y modo, compartieron experiencias y anécdotas de las que se platican al calor de una humeante taza de café o entre amigos cuando el Dios Baco de cuando en cuando hace su aparición.
Con poco más de 50 años en la política, a don Jaime Herrera le ha tocado vivir la política donde la competencia no se daba entre partidos políticos, porque antes predominaba el Partido Revolucionario Institucional (PRI); la competencia era entre los grupos internos que eran quienes peleaban las posiciones y candidaturas.
Apasionado de la leyenda de Quetzalcóatl, decidió llamar bajo este nombre tanto a los grupos de los que formó parte, hasta a su propio hijo, quien lleva el nombre de quien se dice, un día caminó en la tierra y luego voló al cielo para convertirse en un Dios.
Nacido en Canatlán, “El Calabazo” desde pequeño convivió con quien sería el amor de su vida y con quien comparte aún el hogar que juntos han forjado con amor y respeto.
Lupita fue su amiga inseparable, pequeña niña a la que dejó de ver por algunos años y a su regreso, se sorprendió al mirarla que se había convertido en una hermosa mujer y entonces, su cariño comenzó a transformarse para finalmente contraer matrimonio.
Reconoce que nunca fue un galán y justo ahí interviene su hijo, Quetzal quien dice, tiene mucha labia, sabe hablar y convencer y por ello es que logró conquistar el amor de Lupita, aunque luego don Jaime Herrera atina a decir, que algo tiene de sexy y también eso ayudó.
Admiró siempre a don Javier Ruiz, su suegro, de quien buscó aprender lo más posible para aplicarlo a la vida diaria, “yo quería ser como él”, dice eufórico porque lo recuerda con especial cariño.
Con tantos años inmerso en la política, “El Calabazo” dice que no podría y no ha podido vivir de otra manera, desde joven inició en el trajín que es buscar un puesto público y ha continuado en ese camino, aun y cuando buscó alejarse.
Abrió un restaurante, compró una huerta con el propósito de iniciarse como empresario, pero la vida política lo seguía llamando así que decidió continuar en el camino en donde se mueve como pez en el agua.
Es a Quetzal Herrera quien la política tambien lo llamó desde muy joven. Cuando niño, “El Calabazo” lo llevaba a los mítines y reuniones, donde comenzó a empaparse de nombres y posiciones, de trazos y borrones.
A los 17 años de edad inició su labor política en una campaña; su inclinación fue más por la comunicación que por la política en sí, porque si bien le gusta y apasiona, prefiere contar la historia a través de su pluma y voz.
Uno de los grandes maestros en la política al que le aprendió enormemente, además de su padre, es el ex gobernador del estado Ismael Hernández Deras, de quien le reconoce su manera de abrirse camino con inteligencia y carisma.
“Es una escuela” dice del actual dirigente de la CNC a nivel nacional y recuerda una de sus frases la cual ha aplicado a lo largo de su vida, “hay que busca los cómo sí”, porque ante la adversidad era necesario encontrar la manera de resolver lo que en ese momento estuviera en frente.
Señala que el ex mandatario estatal siempre tenía muy claro lo que quería y cómo lo quería, no era nada disperso y es por ello que le resultaba cómodo cumplir sus objetivos, porque sabía lo que necesitaba y lo obtenía de manera inteligente.
Pero su relación con Ismael Hernández Deras causó una desazón familiar. En una de las contiendas internas, don Jaime Herrera, como delegado del PRI, tenía acercamiento con el entonces aspirante Don Jaime Herrera Araluce, quien buscaba ser el candidato a la gubernatura.
Le pidió su apoyo para llegar a la candidatura que en ese momento se la disputaba con un joven Ismael Hernández Deras, quien pretendía llegar a la misma posición.
Quetzal su hijo, era secretario particular del entonces senador de la república, mientras que el padre, mantenía una cercanía con el empresario lagunero don Jaime Herrera Araluce a quien se le veían amplias posibilidades de ser el abanderado.
“El Calabazo” le pidió a su hijo Quetzal, que apoyara la candidatura de don Jaime, que dejara la secretaría de Ismael Hernández Deras, pero la respuesta de ese joven comunicador fue, no, porque si algo tenía muy claro era el sentido de agradecimiento.
Ismael Hernández Deras le había tendido la mano desde muy joven y gran parte de su carrera en la política como comunicador se la debía e este joven político, por ello decidió declinar la invitación que le hiciera encarecidamente su padre. Al final, Ismael obtuvo la candidatura y la gubernatura.

DON ARMANDO
Una de las anécdotas cuasi leyenda que se cuenta en Canatlán, es cuando se le elaboró un acta de nacimiento a quien fuera gobernador de Durango, don Armando del Castillo Franco, de quien se dijo, no era durangueño pero había que hacerlo durangueño para que entonces pudiera competir en la elección constitucional.
Fue así como le dijeron a don Jaime que, ya que en Canatlán era hasta cierto punto común el apellido Franco, pues entonces se le podría elaborar un acta de nacimiento al que sería a la postre el candidato y mandatario estatal.
Eran otros tiempos y entonces era fácil hacer un acta de nacimiento, no como ahora, dice “El Calabazo”, quien señala que fue a petición de don Lázaro López, muy amigo de Armando del Castillo Franco, quien le indica que él era el bueno y sería el próximo gobernador, por lo cual había que elaborar un acta para convertirlo en canatleco. Así ocurrió.

LA NUEVA Y VIEJA POLÍTICA
Ambos personajes han vivido las dos etapas de la política en México. En los años setentas aun y cuando la democracia estaba en ciernes y era un partido político quien imponía la hegemonía en la totalidad del territorio estatal, quienes militaban en ese y otros partidos políticos tenían ideología que defendían con pasión.
Era una forma de hacer política que se ha perdido en todos los colores y logotipos, porque ahora basta con tener una idea en común, para que un político cambie de camiseta con relativa facilidad.
Se han perdido las ideologías que anteriormente dominaban el quehacer tanto al interior como al exterior de los partidos políticos, porque ahora todo es conveniencia, el pragmatismo de buscar por cualquier vía una posición política o del servicio público.
“El Calabazo” seguro, sin miramientos afirma que ha tenido la invitación de algunos amigos para cambiarse de partido, para emigrar a las filas de Morena. Gustavo Luego, uno de ellos, el insiste en que deje las filas del PRI pero, eso a Don Jaime no le interesa en la más mínimo “ya estamos viejos para andarnos cambiando”.

EL ESCENARIO 2022
En la vieja escuela, el escenario no es complicado para el PRI, porque al final, todo el apoyo que habrá de dar “El Calabazo” será el partido que le ha dado en total 23 cargos públicos, desde director del Cereso, cargo que le fue conferido casi sin que tuviera conocimiento de ello, hasta director del colegio de bachilleres, no sin antes pasar por la alcaldía de Canatlán, hasta una diputación local.
Para el comunicador, quien actualmente conduce el programa “El Pájaro Pregunta” que se trasmite por Canal 12 asi como el programa “El Mañanero” así como diversas colaboraciones en medios digitales y tradicionales, la apuesta esta entre dos personajes.
Quetzal Herrera ve como serios contendientes a Esteban Villegas Villareal en el Partido Revolucionario Institucional, así como al actual presidente capitalino, Jorge Salum del Palacio, por el Partido Acción Nacional.
En Morena pudiera estar la candidatura entre la actual alcaldesa de Gómez Palacio, Alma Marina Vitela y el ex alcalde y actual senador de la república, José Ramón Enríquez Herrera.
Finalmente, y en una entrevista inédita al congregar a padre e hijo, dos generaciones en una misma política, Quetzal reconoció en su padre a un ser humano ejemplar, que siempre busca ayudar sin la intención de obtener ganancia de ello.
Trabajó mucho antaño, hoy descansa más y disfruta de sus nietos y le dijo, no tengo nada que reprocharle porque nunca nada me faltó y entendí su labor y lo que ello implicaba.

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