Por Itzel Rochel
En Durango, la falta de lluvia y el calor extremo han provocado la falta de flores, lo que finalmente se traduce en falta de alimento para las abejas, En Durango, la falta de lluvias y el calor extremo han provocado una falta de flores, lo que, a su vez, ha impedido que las abejas produzcan los típicos 25 kilogramos de miel al año. Como resultado, las abejas no pueden reproducirse. Durante la cosecha de octubre-noviembre produce una colmena solitaria y robusta, pero algunos productores ya vaticinan que este año no se cosechará nada. Según María Fernanda Sánchez Alvarado, técnica agroecológica de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), actualmente es imposible determinar la cantidad exacta de bienes perdidos por la mortalidad de las abejas en la región donde trabaja. Sin embargo, advierte que las olas de calor con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados sin duda han contribuido a la pérdida de la urticaria.
En Durango se registraron un total de 18 mil 905 colmenas, que produjeron 527 toneladas de miel, según datos de la SADER. Sin embargo, durante el primer semestre de este año, sólo se reportaron producidas 158 toneladas, María Fernanda asegura que las abejas dejan de alimentarse artificialmente en años buenos durante el mes de agosto, pero como la próxima cosecha no llegará hasta mayo, la alimentación artificial debe continuar hasta finales de este año y los primeros cinco meses del siguiente. “Con esta cosecha que se preveía levantar, la de septiembre – octubre, se les deja reserva para que ellas aguanten todo el invierno y ya no alimenten hasta febrero, pero si no hay de dónde alimentar, se tendrá que seguir haciendo lo que resta del año siguiente”, dijo.
Para convertir la producción de miel en una industria autosostenible, se están realizando esfuerzos para fomentar el consumo de miel y otros productos derivados de ella. Ahora, sin embargo, su única posibilidad de supervivencia es que llueva durante estas semanas, lo que permitirá almacenar la miel de reserva junto con la flor que crece de ellas y evitará la necesidad de alimentarlas artificialmente.