Mariana Treviño ablanda el corazón a Tom Hanks

Christian Ramirez
Christian Ramirez 21/12/2022
Updated 2022/12/21 at 7:04 PM

Agencias  

Fue a partir de un video hecho con su celular y desde un cuarto de hotel, que Mariana Treviño participó en el casting para Un vecino gruñón. El director alemán Marc Forster (Guerra Mundial Z) quedó fascinado por la regia que mezclaba el inglés con el español, que hacía distintas voces y que interpretaba a varios personajes y supo inmediatamente que había encontrado a Marisol, la chica que se enfrentaría a Tom Hanks en la adaptación fílmica de la novela A Man Called Ove, del sueco Fredrik Backman.

“Verme en el set con Tom Hanks fue un alucine, fue surreal y tuve que respirar, pues no me la creía, pero a la vez como es una persona tan humana, que tiene una generosidad tan grande, esas barreras ilusorias que luego nos ponemos con las personas y con las jerarquías, se deshacen, se derriten. Él se encarga de que así sea también y él hace que todo sea muy cómodo. Supongo que hace todo eso en las películas en las que trabaja y aquí fue especialmente cariñoso con nosotros, conmigo, con Manuel (García-Rulfo) y eso facilitó nuestro trabajo de entrega, de podernos conectar con él, con su energía hermosa”, contó Mariana Treviño en entrevista con Excélsior.

Para que Mariana Treviño pudiera llegar al set con Tom Hanks hubo varios procesos previos de casting, dado que la producción tenía que encontrar a la mejor actriz para el papel, no obstante, el realizador Marc Foster rememora cómo fue que conoció a la mexicana y qué fue lo que le gustó de ella.

“La directora de casting básicamente me llamó para decirme que tenía que ver a Mariana Treviño, que era una actriz de México y que me iba a mandar un correo con las audiciones. Abrí el link, pensando que me iba a mandar el cast de por los menos veinte actrices y sólo vi un link. Le pregunté a mi directora de casting que si sólo me había mandado un casting y me insistió en que le echara un vistazo. Lo abrí y vi a Mariana, grabándose con su celular, en un cuarto de hotel en España, hablando con un marido invisible y hablando con un Tom Hanks invisible. Al principio me sentí un poco confundido porque ella estaba diciendo todos los diálogos en español, en inglés y de pronto la empecé a ver, me hizo reír bastante y supe que era ella. Le llamé a la persona del  cast y le dije: ‘Es ella’”, contó Marc Forster durante su visita a México.

Mariana Treviño, quien se diera a conocer a nivel global por su trabajo en la serie Club de cuervos, tiene en pantalla una química innegable con Tom Hanks, ganador de dos Oscar por sus actuaciones en Philadelphia y Forrest Gump. Treviño se lleva la película, que se estrena este 25 de diciembre, al darle vida a Marisol, una madre de familia mexicana muy particular,  embarazada de su tercer hijo, que se muda con sus hijas y su esposo (Manuel García-Rulfo) a un nuevo vecindario en el que vive Otto (Hanks) un hombre viudo solitario y  amargado. Marisol será la encargada de ablandar el corazón de ese hombre solitario y gruñón que en el fondo carga con un gran dolor.

“Esta química se dio porque todos estábamos dispuestos a contar la misma historia. Eso es lo que hacemos los actores desde el día uno, cuando estás en el teatro, hasta que tienes una carrera como Tom Hanks,  con un nivel de experiencia muy elevado, pero las bases son las mismas”, compartió Treviño.

Aunque Un vecino gruñón es una coproducción entre Estados Unidos y Suecia, se encuentra plagada de muchos guiños mexicanos al tener en la historia a una familia mexicana. De entrada se aprecia cómo las hijas de Marisol juegan con luchadores (y ponen a jugar al personaje de Tom Hanks con las figuras) y cómo se habla y se comen platillos mexicanos como el pollo con mole y arroz, que es el primer platillo con el que le agradecen a Otto la ayuda que les brindó el primer día que llegaron al nuevo vecindario.

“Lo de los luchadores es algo que trajeron Marc Forster y Renée Wolfe (productora). Renée tiene mucha conexión con nuestro país, pues había filmado algo aquí, habla español y fueron ellos los que propusieron eso para la historia, lo cual me encantó porque se me hizo muy simbólico y me encantó que fueran las niñas, que son la generación más joven lo repitan y lo canten como un canto de triunfo y de guerra. Eso me encantó y pude proponer algunas cosas como lo del pollo con mole, ya que al principio era otro platillo. El personaje al inicio era salvadoreña y estaba escrito de acuerdo a eso, pero cuando se hizo la adaptación habían puesto que Marisol le llevaba a Otto pollo sudado y yo les dije que no, que mejor pollo con mole porque esa es una cosa hermosa del país, que  gusta en todo el mundo, que es un tesoro nacional y  quisimos hacer un homenaje a nuestra gastronomía”, relató emocionada Treviño, quien el pasado noviembre cumplió 45 años.

Con respecto a la referencia de los luchadores en la historia, la productora Renée Wolfe comentó que además de ser un guiño mexicano, su presencia es simbólica, ya que cada persona vive sus propias batallas.

“Siento que Otto es un luchador, todos somos luchadores al tratar de salir delante de ciertas situaciones. Así que los luchadores son una metáfora de México, del personaje de Otto y del resto del mundo”, expresó Renée Wolfe, también productora de Christopher Robin.

Ante la pregunta de cómo se ve hoy en día como actriz, cuando se ha consolidado en la industria, Mariana comentó:

“Si salen más oportunidades yo estaré feliz porque los actores tenemos esa naturaleza de querer llegar a los confines más alejados de la comarca. Yo aquí estoy, este es mi país, aquí sigo contando historias con todo el cariño y el amor y ojalá que salgan en otras partes. Yo estoy dispuesta a lo que venga”, remató Treviño, quien ha sido nominada a tres Premios Ariel.

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