Por Gonzalo Martínez
Miles de personas tuvieron que ser evacuadas en el oeste de Canadá debido a los devastadores incendios forestales que azotan la región este domingo, mientras las autoridades advierten sobre una temporada de fuegos difícil, que comenzó antes de lo previsto.
Los primeros grandes incendios forestales de la temporada se extendieron este domingo en el oeste de Canadá, con una orden de evacuación emitida para una comunidad en Columbia Británica y advertencias sobre la mala calidad del aire en todas las provincias.
En Columbia Británica, miles de residentes de Northern Rockies y de las Primeras Naciones de Fort Nelson fueron evacuados a medida que el incendio se extendía a 2,483 hectáreas.
El alcalde del municipio Northern Rockies, Rob Fraser, explicó que la mayoría de los 3,500 residentes de Fort Nelson y sus alrededores habían sido evacuados.
Fraser dijo que el fuego comenzó cuando un árbol derribado por fuertes vientos cayó sobre una línea eléctrica.
Sequía en su punto máximo
“Los incendios nos rodean por todas partes, desde el oeste hasta el noreste. Y estamos preocupados porque no hay humedad a la vista para esta región”, aseguró Fraser, instando a los cientos de habitantes restantes a abandonar la ciudad amenazada por las llamas incontroladas.
Un incendio de casi dos mil 500 hectáreas se extiende a 3.5 kilómetros al oeste de las viviendas. Cerca de tres mil 500 personas tuvieron que ser trasladadas 400 km más al sur.
“Estamos en un nivel 5 de sequía (el más alto), lo que hace que sea muy difícil (…) controlar estos incendios forestales, pero vamos a hacer todo lo posible para contener éste”, concluyó el alcalde.
Fort McMurray se prepara para una posible evacuación
En la vecina provincia de Alberta, 43 incendios están causando estragos, incluido uno situado a unos 15 kilómetros de Fort McMurray, lo que ha obligado a los residentes a prepararse para una posible evacuación.
Esta localidad del noroeste de la provincia, ubicada en pleno bosque boreal, ya fue arrasada por el fuego en mayo de 2016, cuando sus 90 mil habitantes fueron desalojados y más de dos mil 500 edificios quedaron destruidos, en la mayor catástrofe en la historia de Canadá.
Este fin de semana también se emitieron órdenes de evacuación en pequeñas ciudades de Alberta y Manitoba, mientras que los violentos vientos han dispersado el humo por todo el oeste del país, afectando varias grandes ciudades. Según el gobierno federal, la calidad del aire en estas áreas presenta riesgos “muy elevados”.
En 2023, Canadá experimentó la peor temporada de incendios de su historia. Las llamas, que arrasaron el país de este a oeste, quemaron más de 15 millones de hectáreas, cobraron la vida de ocho bomberos y obligaron a las autoridades a evacuar a 230 mil personas.