Por Fernando Madera
Durango, Dgo.
Con trabajo, dedicación, formación y capacidad en la materia electoral, aportaron importantes avances en la cotidiana labor de construir una verdadera democracia donde la igualdad sea la base de la participación ciudadana.
Las ex consejeras del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), Mirza Ramírez Ramírez y Laura Sánchez Bringas, platicaron con el periodista Miguel Ángel Vargas Quiñones en el programa de entrevistas Charlas que se trasmite por Canal España TV.
Compartieron parte de su historia, sus inicios en la materia electoral, algunas anécdotas que les permitieron fortalecer sus conocimientos e inclusive lazos afectivos que en ocasiones se opacaron al fragor de los álgidos debates.
LAURA
Laura Fabiola Sánchez Bringas nacida en el estado de Veracruz, jarocha de nacimiento, pero alacrana por decisión, tuvo sus primeros acercamientos en la materia electoral al revisar las iniciativas que se presentaban en el Congreso de Durango, donde fungió como asesora por espacio de ocho años.
Ahí se adentró en diversos temas, ya que debía analizar y revisar las iniciativas que presentaban y los temas eran tan variados como lo requería la necesidad de la población o algún sector en especial y por tanto, debía conocer un poco de todo, jurídicamente hablando.
Sin embargo, fue la materia electoral la que comenzó a llamar su atención y cuando finalmente se lanzó la primera convocatoria para elegir a una consejera o consejero electoral en el instituto local; eran los integrantes de la cámara de diputados quienes realizaban las designaciones y en esa ocasión, no quedó ni siquiera en la terna.
Llegó la segunda convocatoria bajo la misma dinámica y ahí, por lo menos sí fue considerada para la terna que sería analizada por los diputados locales quienes aún tenían la facultad para designar a los consejeros y consejeras del instituto electoral.
No fue sino hasta que se aprobaron las reformas electorales del año 2014, donde se modifica la manera en que serían seleccionados los integrantes de los consejos electorales locales; ahora sería a través de un concurso donde el árbitro era el entonces Instituto Federal Electoral (IFE).
Laura recuerda que fueron alrededor de 400 las personas que acudieron a participar para ser designadas en una consejería local; tanto ella como su compañera Mirza Ramírez compitieron por un lugar.
Ambas, quedaron en un segundo sitio en el examen de conocimientos lo cual les valió para continuar en la competencia, proceso extenuante ya que otro de los pasos que debían seguir, era la realización de un ensayo presencial donde con apenas tres horas de anticipación, debían desarrollar un tema que les era entregado y no solo escribirlo, sino además presentarlos ante los consejeros electorales.
MIRZA
Mirza Ramírez Ramírez cursó la carrera de Derecho en la Facultad de Derecho de la Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED), pero su visión laboral aun no contemplaba ubicarse en la materia electoral.
No fue sino hasta que, por intercambio, viajó a la capital del país para integrarse a la matrícula de la Universidad Autónoma de México (UNAM) donde cursó un semestre su educación superior y entre sus docentes, le impartió la materia de derecho electoral Margarita Elizondo, quien fuera Magistrada en Sala Regional y posteriormente asumiera una consejería en el Instituto Federal Electoral.
Regresó a Durango para continuar con sus trámites de titulación y al terminar, decidió continuar sus estudios a través de una maestría y se reencontró con la Magistrada, quien le ofrece un lugar en su oficina en el IFE y así como tiene su primer acercamiento en la materia electoral, pero desde el ámbito administrativo.
A su regreso a Durango, para contraer matrimonio, ingresa al Tribunal Electoral donde era el presidente el ahora titular del IEPC, Roberto Herrera, quien la invita a formar parte de ese organismo como secretaria auxiliar lo cual le da la experiencia jurídica que le faltaba para adentrarse de lleno a la materia.
Compitió junto con Laura Bringas en la competencia por obtener un lugar en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, lo cual consiguen las dos y son designadas como consejeras propietarias por un periodo de seis años.
Ambas formaron parte de la primea generación de consejeros y consejeras designadas a través de un concurso donde los conocimientos y capacidad fueron fundamentales para alcanzar esa posición.
EL 2016, GRAN EXPERIENCIA
Ambas ex consejeras recuerdan la elección del año 2016 como la prueba máxima; no solo se renovarían todas los cargos locales, gubernatura, presidencias municipales y Congreso, era su primera prueba como consejeras y para nadie era desconocido que sería una elección bastante competida.
La mayoría de las sesiones fueron acaloradas, donde los representantes de los partidos políticos dejaban todo sobre la mesa de debates; debían, por tanto, demostrar porqué habían sido designadas como consejeras.
Recuerdan que ese proceso electoral fue de arduo trabajo, dedicaron muchas horas porque debían empaparse del trabajo que se realiza y adentrarse en los temas que se habrían de abordar en materia jurídica para poder pelear sus posturas y motivos.
Laura al igual que Mirza, coincidieron que en cada debate, dieron razones jurídicas, justificación a cada planteamiento o reclamo de los representantes de los partidos políticos, quienes en algunas ocasiones alzaban la voz.
Reconocen que en todo momento se mantuvieron en un tono de respeto para todos, pero cuando fue necesario, tuvieron que dar el manotazo en la mesa (sentido figurado), para imponerse porque en otras elecciones, se les faltó al respeto y eso no lo iban a permitir, principalmente por su calidad de mujeres, como de autoridad electoral.
Laura recordó como durante uno de los debates, en el cual rebatió con argumentación jurídica e histórica su posición respecto a una acción afirmativa en favor de la mujer, uno de los representantes de los partidos políticos la llamó arrogante por defender su punto de esa manera.
POR LO QUE DEBIERON PASAR
El proceso electoral se compone de aproximadamente 900 actividades; desde que inicia en noviembre hasta su terminación en agosto del año de la elección.
Para que todo ello trascurra conforme a un calendario, es necesario dedicar la mayor parte del tiempo a esa tarea y sin duda uno de los grandes sacrificios, es alejarse por largas horas de la familia.
Laura recordó que al iniciar su labor como consejera, su hijo tenía apenas cuatro años y ahora que terminó esa encomienda, tiene ya 10 y con algo de nostalgia reconoce que se perdió de muchas cosas de su niñez.
Eran horas extenuantes y además, sacrificios que se tenían que hacer o retos que debían pasar para lograr los objetivos.
Mirza recordó cuando en la elección del año 2019, para cumplir con una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, debieron reimprimir las boletas electorales para la elección del municipio de Tamazula.
No solo era pedir la empresa la reimpresión, era cumplir aun vez más con todos los protocolos y para ello, viajaron al Estado de México en donde en un laso de 72 horas reimprimieron las boletas.
Ya no había tiempo de viajar por tierra, así que era necesario contratar un avión particular.
Así lo hicieron y Laura tenía en su mente un pequeño Jet cuando hicieron la contratación de la aeronave para que viajara del aeropuerto de Toluca a Durango.
Era una precaria avioneta en la que tuvieron que volar con los paquetes, que no eran muchos, pero además con el imprevisto que en la ruta de vuelo, se generó una tormenta que los hizo desviar su curso por Guadalajara lo cual los retrasó un par de horas.
Al final lograron llegar a tiempo y entregar las boletas que se usarían en cuestión de horas y así, en algunas elecciones las horas dedicadas a esa labor, fueron producto de su entrega a una de las materias que ellas mismas señalaron, o la odias o la amas y en el caso de ambas ahora ex consejeras electorales, decidieron entregar algunos años de su vida en la nada sencilla labor de fortalecer la democracia.
