Excélsior
CIUDAD DE MÉXICO.
Falleció el poeta, ensayista y traductor David Huerta (1949-2022) a los 72 años a causa de una falla renal, informó ayer su esposa Verónica Murguía, quien también comunicó a escritores y amigos que desde ayer a las 19:00 horas sus restos serían velados en la funeraria Gayosso Félix Cuevas.
Hijo de la generación del 68 y autor de poemarios como Cuaderno de noviembre (1976), Huellas del civilizado (1977), Incurable (1987), Historia (1990), El azul en la flama (2002), La calle blanca (2006), El ovillo y la brisa (2018), El cristal en la playa (2019), fue galardonado con algunos de los premios más importantes de México, como el Carlos Pellicer (1990) y el Xavier Villaurrutia (2005).
Así como el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Lingüística y Literatura (2015), el de la Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco (2018) y el FIL de Literatura en Lenguas Romances (2019).
Además, fue hijo del poeta Efraín Huerta (1914-1982), coordinador de talleres literarios en la UNAM, el INBA y, recientemente, fue nombrado coordinador de la Cátedra Extraordinaria Octavio Paz, en el memorial dedicado a Octavio Paz en el Colegio de San Ildefonso.
En una entrevista con Excélsior por sus 70 años, el vate habló sobre el tema de la muerte: “Creo que en general me tomo esto de la muerte con bastante tranquilidad. Lo que no tolero y medio me enloquece es la muerte de los míos, la gente que quiero. Te imaginarás que a mi edad he perdido a muchos”.
Por su parte, el también poeta y traductor Luigi Amara, quien conoció a Huerta desde hace un cuarto de siglo, aseveró que además de ser poeta era un tipazo, una persona muy generosa y que estaba atento a las nuevas generaciones”.
Y su obra, explicó, “es presidida por Incurable, ese poema inmenso, desbocado, irrepetible, donde se aprecia su desbordamiento poético y pareciera que todo puede entrar al poema, es como esa idea mallarmeana de que todo en el mundo existe para entrar en el poema, sólo que David lo entendía como si fuera un caldo primigenio”.
Después de ese libro, apuntó Amara, David hizo una obra más sosegada, luminosa, pero de alguien que quiere pertenecer a la tradición, así que se volvió estudioso de los poetas del siglo de Oro, de Góngora y de las formas clásicas.
“Creo que hay que destacar su obra ensayística y sus textos sobre poesía, trayendo al presente a poetas, literaturas y formas que ya estaban olvidadas, así como su labor crítica, ya que él fue una persona de izquierda y nunca estuvo callado frente a lo que no le parecía del actual gobierno, y debemos rescatar esa valentía, para ser fiel a sus principios y a sus ideales”.
También habló la narradora y ensayista Silvia Molina. “Como poeta fue grande y así será recordado. Bastaría leer Incurable o Cuaderno de noviembre. Éramos amigos porque nuestros padres lo fueron y eso nos unió. Fui conociendo su sensibilidad y su espíritu juguetón. Era una persona transparente y fiel a sus principios. Adoraba a Verónica (Murguía). Qué triste es despedir a los amigos de toda la vida”, lamentó.
A lo largo del día numerosos escritores de México y de otras latitudes recordaron al poeta en redes sociales, como el caso del cubano Antonio Orlando Rodríguez: “(Estoy) consternado y muy, pero muy triste con la pérdida de David Huerta, enorme poeta, un ser humano excepcional. Qué privilegio haberlo conocido y ser su amigo. Un gran abrazo para Verónica, su alma gemela. David y Verónica, Verónica y David. Adiós, poeta. En este momento me parece estar oyendo tu risa. Quiero recordarte así”.
Así como José Homero: “Murió David Huerta, uno de los grandes poetas mexicanos y de la lengua castellana. Transformó nuestra poesía y la del idioma con una lírica que nunca excluyó ni la reflexión ni la lucidez ni el diálogo con otras poéticas, culturas y lenguaje. Enorme pérdida”.
Y Julián Herbert: “Qué fortuna tuvimos quienes pudimos estar alguna vez en contacto con la luz que emitía David Huerta. Nada nos va a despojar de esa alegría. Ni siquiera esta honda tristeza. Buen viaje, maestro. Siempre serás –como bromeábamos en serio– un poeta de mi generación”.